Este tomó asilo en la celda de un fraile; y durante los catorce meses que duró su escondite pintó los catorce cuadros que
embellecen los claustros agustinos.
Ricardo Palma
Son tan largos los cabellos Que si desatados flotan Sobre el cuerpo de jazmín, Lo embellecen y lo adornan; Porque la naturaleza Se los diera como joya, Como velo de placeres Para el lecho de las bodas.
Son los cedros y palmas altaneras Colosos de las auras que los mecen; Los cipreses pirámides ligeras Que todas las distancias embellecen.
-Mira, Sara -dijo la primera-, mira cómo los últimos rayos del sol embellecen este lindo paisaje que jamás me cansaré de contemplar: a lo lejos las sementeras de variadas tintas junto a los cerros escarpados y sin vegetación; más cerca el flexible y susurrante ramaje del guadual inclinado hacia el río, y en fin, ¡a nuestros pies el potrero como un tapiz verde esmeralda, en que alegres y saciados retozan los animales!...
Dí las gracias al viejecito por la complacencia y claridad con que me había advertido que también se arrastraban víboras entre aquellas flores que rodeaban a Retamarejo y Tomillarejo, y continué mi camino diciéndome con honda pena: -¡Ay, Señor' ¡No son la retama y la ruda las plantas más amargas e inodoras que crecen entre el romero y el tomillo que embalsaman y embellecen a las rústicas aldeas!
¡Qué linda está! ¡qué brillantes colores! ¡el topacio, el rubí y la esmeralda, con ribetes de azabache, embellecen su cuerpo gentil!... ¡Puf!
Compárese a dos mujeres de edad y de belleza casi semejantes, una de las cuales vive en el celibato y otra en el libertinaje: así se verá cuánto la supera ésta en esplendor y frescura; cualquier violencia hecha a la naturaleza marchita mucho más que el abuso de los placeres; no hay nadie que ignore que los partos embellecen a una mujer.
Cien hermosuras Embellecen su harén; una es la que ama, Que en vez de ser sensible a sus ternuras Huyó con un infiel: Leila se llama.
Pásanle por la mente dolorida mil fantasmas de impúdico placer, que embellecen sin fin la ajena vida, la suya desgarrándole a la vez.
El primer movimiento de concupiscencia que experimenta una muchacha es el momento que la naturaleza le marca para prostituirse y, sin ninguna otra consideración, debe ceder desde el momento en que su naturaleza habla; si se resiste, ultraja sus leyes. 47 Las mujeres no saben hasta qué punto las embellecen sus lascivias.
Posee una naturaleza grandiosa y llena de una exuberante flora y fauna, posee una riqueza agrícola que radica en la caña de azúcar productora de la panela, también está la producción del café de distintas variedades, así mismo existen diversidad de productos de ciclo corto que embellecen el paisaje en las bien conocidas huertas familiares.
En San Miguel Acatán se transmite de padres a hijos el oficio de la herrería (destacándose los faroles, balcones, aldabones y lámparas que embellecen las casas, parques y plazas públicas de la comunidad.