Aplicaban una pequeña cantidad de esa sustancia en sus caras, y la misma les producía una quemadura que simulaba ser un pequeño lunar que las embellecía.
Fascinada por las danzas aborígenes de los indios, encauzó su trabajo, ya con la idea de fundar un museo que mostrara al mundo el aspecto del modesto indio que se transformaba envuelto en brillantes telas, plumas multicolores y se embellecía con jades y lindos atuendos, para entregarse a su danza.
Puertas de Mar, dirigían al muelle, La Barceloneta, estación del camino de hierro y al cementerio. La fachada de la parte de la Ciudad embellecía la plaza de Palacio.
La división de la Plaza Mayor " la cambió mucho, reduciendo el campo visual, y la pared corrida con bancos de material, que edificó Segismundo sobre la ceja del foso de la fortaleza, la embellecía, ocultando aquellas hondonadas sucias y húmedas, donde los pilluelos y los soldados se ocultaban a jugar a los naipes." La sección oeste frente al Cabildo se siguió denominando Plaza Grande o Mayor y después de las invasiones inglesas de la Victoria.
Posteriormente, a finales del siglo XIX el papa León XIII prohibió la castración en aras de producir sopranos o contraltos masculinos. Se puso fin así a una práctica que acaso embellecía el bello canto, pero a costa de envilecer la condición humana.
Trini comparaba aquel zaquizamí, mal alumbrado por un quinqué de tubo desboquillado, con la habitacioncita que ocupara en casa de sus tíos, con una ventana al patio, ventana en la que dábanle los buenos días los gorriones con su alegre piar a los primeros rayos del sol desde el frondoso ramaje del árbol que embellecía el patio de la casa...
Un espléndido sol otoñal embellecía las rápidas pendientes cubiertas por una vegetación exuberante y anárquica, en la que más que verse adivinábanse los rebaños por el lastimoso balar de los recentales y por el lánguido tintineo de las esquilas.
¡Qué asco! Aniuta, por su parte, no
embellecía mucho el cuadro: iba mal vestida, despeinada... Y Klochkov decidió separarse de ella en seguida, a todo trance.
Antón Chéjov
Los mismos árboles, así los que se cubren de abundante fruto, como los estériles que se contentan con prestar sombra, se vivificaban al soplo del Septentrión; el naciente follaje les embellecía, y sus brazos, dulcemente agitados, producían agradable murmullo.
Su madre, bondadosa y tierna criatura que se embellecía con el brillo que comunicaba a su alma su proximidad a la tumba, desmejoraba de día en día, y muchas veces Eugenia se acusaba de haber sido causa inocente de la cruel y lenta enfermedad que la devoraba.
Sus ojos bellísimos estaban empañados de lágrimas, su hermoso rostro había perdido en fuerza del horrible pesar que le agobiara, ese tinte sonrosado de gracia y lozanía que tanto la embellecía en sus días de ventura, y en su lugar, lo había sustituido el blanco pálido de la perla.
Después de decir esto con mucha claridad, pidió que hicieran el favor de enseñarle su cuarto, que se convirtió desde entonces para mí en lugar de temor y de odio, donde nunca se veían abiertos los dos baúles negros, ni a medio cerrar (pues asomé la cabeza una o dos veces cuando ella no estaba) y donde una serie de cadenas con cuentas de acero, con las que miss Murdstone se embellecía, estaban por lo general colgadas alrededor del espejo con mucho esmero.