A Tauro le da el señorío de los dolores de cabera; á Cáncer el de la sífilis; á Escorpión el de los reumatismos; á Piscis el de las hidropesías; á Capricornio el de la ictericia; y así á cada signo del zodíaco le adjudica el patronato de una
dolencia.
Ricardo Palma
¿Qué mujer no le pide con vehemente ruego la hermosura, sin ver que en ella consigue el riesgo de la honestidad y la dolencia de su reputación?
Más fácil fuera no juntarlos que dividirlos: pudo hacer lo primero, y no lo segundo. Aquel está mortal, en quien es tan peligroso el remedio como la dolencia.
Tuvo que guardar cama a consecuencia de una fiebre que puso en peligro su vida. Era fuerte y venció a la dolencia. Grandemente ayudaron a ello las solicitudes de la madre.
Creyolo al pronto consecuencia de su desmán, pero disipó sus recelos el asegurar repetidas veces la novia que no era sino malestar físico, una indisposición insignificante, de esas que no se pueden localizar, porque se resiente de ellas todo el cuerpo. A la mañana siguiente, lejos de disiparse el malestar, se convirtió en verdadera
dolencia, que obligó a Puri a guardar cama.
Emilia Pardo Bazán
Pero las opiniones falsas, máxima dolencia mortal del entendimiento humano, y los vicios corruptores del espíritu y de la moral pública deben ser reprimidos por el poder público para impedir su paulatina propagación, dañosa en extremo para la misma sociedad.
Se dirigió ante todo a su antigua morada, donde le esperaba su madre ya restablecida de su dolencia, y su padre que había ganado grados y cruces en el campo de batalla.
Desde el primer momento los médicos opinaron que la
dolencia del enfermo era mortal, y le previnieron que alistase el bagaje para pasar a mundo mejor.
Ricardo Palma
Dos meses llevaban los comisionados de residencia en Roma,sin haberles sido posible avistarse con el Pontífice que, por causa de su
dolencia, estaba invisible para frailucos y gente de escalera abajo.
Ricardo Palma
Y que los primeros síntomas de dolencia que llegó á ser crónica, se revelaron en él desde 1836, nos lo comprue- ban estas palabras de Santa Cruz:— Sepa usted, general O'Con- nor, que en el campo de batalla no tolero dos capitanes gene- rales.
CONDESA: Sí, por cierto; él cree que es un secreto su dolencia que juramos guardar en la conciencia los médicos y yo, que la sabemos, y sólo de nosotros se recela que a su pesar curársela queremos, y es inútil contigo su cautela.
de la ciencia nada espero ya: vengo a preguntar a ese numen misterioso que os sirve la causa de un mal que consume a un ser idolatrado; extraña dolencia que ha resistido a los recursos del arte, a los votos, a las plegarias; vengo a demandarle un remedio, aunque sea a costa de mi sangre o de mi vida.