¡Oh mi casa sin cítricos, mi casa donde puede mi poesía andar como una reina! Qué sabes tú de formas y doctrinas, de metros y de escuela?
Antiguamente el maestro explicaba y exponía por sí mismo las doctrinas; hoy, con mejor acuerdo, sostiene casi siempre un diálogo con sus alumnos.
Pero la convención de Montevideo, en primer lugar, ley de la nación hoy, me hizo ver que no era posible, en mi carácter oficial, sostener doctrinas de un positivismo absoluto, cuando el gobierno argentino, siguiendo la corriente del mundo civilizado, había aceptado el reconocimiento de los derechos de la inteligencia, consagrando su legitimidad, á la par de los que determina cualquier otro acto de la actividad humana.
La política y las medidas de esa índole deberán incluir: a) La creación de oportunidades, en particular educativas, para atender a las diversas necesidades de los jóvenes y servir de marco de apoyo para velar por el desarrollo personal de todos los jóvenes, en particular de aquellos que están patentemente en peligro o en situación de riesgo social y necesitan cuidado y protección especiales; b) La formulación de doctrinas y criterios especializados para la prevención de la delincuencia...
Articulo 51.- El personal académico es libre para desarrollar las enseñanzas conforme a sus ideas, dentro del deber de ofrecer a sus alumnos la información necesaria sobre las doctrinas y principios diversos y discrepantes.
Lo esencial para que puedan realizarse en su integridad los postulados sociales de la Constitución General de la República y las fórmulas de coordinación social contenidas en el Programa de Gobierno del Partido Nacional Revolucionario, que acaba de aprobarse, consiste en que se verifique una plena interpretación revolucionaria de las leyes, por hombres que sinceramente sientan la Revolución; que sean cabalmente conscientes de su responsabilidad; que tengan verdadero cariño a las masas proletarias, y que perciban con amplitud el espíritu y las necesidades históricas que inspiraron las normas y las doctrinas que se ha dado el pueblo en sus generosas luchas, para que de esta manera las ejecuten con resolución y honradez, a fin de lograr el progreso colectivo.
Pese a sus diferentes trayectorias, las concepciones liberal-moderadas fueron patrimonio común de hombres como Manuel Belgrano (1770-1820), Carlos de Alvear (1789-1853), José de San Martín (1778-1850) y Bernardino Rivadavia (1780-1845), ferviente partidario este último de las doctrinas de Bentham y los ideólogos franceses.
Ahora bien; si eso es lo más verosímil y si por lo demás imperaba en dichos centros de opinión iguales sentimientos a los de Santa Fe de adhesión a Artigas y a las democráticas doctrinas políticas por él prohijadas, ¿cómo no pensar también entonces que en esta emergencia todos los “Pueblos Libres” repitieron – puntos más o menos – la actitud (felizmente documentada) de aquélla?
Condenamos las plataformas y organizaciones políticas basadas en el racismo, la xenofobia o las doctrinas de la superioridad y la discriminación raciales, así como la legislación y las prácticas basadas en el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, por ser incompatibles con la democracia y la gobernanza transparente y responsable.
(el primer sistema era la lectura metódica de los filósofos; el segundo, un extracto de sus doctrinas o principales afirmaciones y sentencias.
Insta a todos los que actúan en el plano internacional a que establezcan un orden internacional basado en la inclusión, la justicia, la igualdad y la equidad, la dignidad humana, la comprensión mutua y la promoción y el respeto de la diversidad cultural y los derechos humanos universales, y rechacen todas las doctrinas de la exclusión basada en el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia; 149.
De este optimismo fundamental brotan las facetas características del pensamiento de Rabelais: absoluta fe en la vida, una fe que su temperamento sano y exuberante convierte en impetuosa alegría de vivir, en instintivo amor hacia toda realidad concreta; indiferencia y horror para todos los dogmas, para todos los fanatismos políticos o religiosos; escepticismo en cuanto a la eficacia de la razón humana y de las doctrinas que con ella se elaboran.