Tu amor…, no intentaré nunca arrancármele del pecho: yo con tu amor satisfecho moriré sin tener más. Mas si mi amor no se trunca jamás, jamás se doblega: como entero a ti se entrega, no parte el tuyo jamás.
«Hay que confesar que es toda una mujer, que es todo un carácter, ¡vaya un arrojo!, ¡vaya una resolución!, ¡vaya unos ojos!; pero, ¡no, no, no, no me doblega!, ¡no me conquista!» Cuando entró Augusto en la sala, Eugenia estaba de pie.
A aquellos mulos de reata que a falta de criterio propio o sin haberla leído la juzguen malísima por el dicho de otro, a ésos les aconsejo que no la lean, y ese tiempo se encontrarán para cosas que ellos llamarán más útiles; si el día de mañana apareciesen razones contrarias de algún peso, me contentaría con leerles un oficito de la Junta, cuyo voto, prescindiendo de lo mucho que vale, por poco que valiera, había de ser una autoridad infinitamente más respetable que la del señor Carnerero, y la de un enemigo del autor del Duende, tanto por ser una corporación (en que no tengo el honor de conocer a ningún individuo), la cual no se doblega por interés alguno a la alabanza injusta...
Y ante la lucha que llega, con tu fortaleza en alto, con durezas de basalto, con tus armas de estratega, su terca iglesia
doblega; embriágala por asalto y con furor de cobalto liquídala con tu brega.
Antonio Domínguez Hidalgo
Ni el tiempo ni la más acendrada piedad bastan a aplacarla; ni se doblega a la soberana voluntad de Júpiter ni a la fuerza de los hados.
El potro se pone en tres saltos junto a ella, y pagó caro el delito de insubordinación... La victima se doblega; y la madrina mira aquello con aire de idiota, tal vez cansada de esos caprichos y celos formidables.
No todo lo que nos enoja es una ofensa pero nuestras costumbres voluptuosas nos conducen a la iracundia en tal forma, que todo lo que no se doblega a nuestra voluntad despierta nuestra cólera.
Demostramos con el que los oligarcas no son los dueños de Chile, que no en vano han hecho un camino en la conciencia nacional las doctrinas democráticas y que la virilidad de los autores de la Revolución de Septiembre no se doblega con el engaño ni se compra con seductores pecuniarias.
El gesto de su renunciamiento, motivado por razones superiores, no es la manifestación de quien se doblega o rinde ante la injusticia, sino que es la proyección de la hombría propia de quien da una nueva muestra de responsabilidad y fortaleza.
Quien a veces llora por las quimeras rotas. Quien lucha tras el canto derrotado. Quien no
doblega su mirada puño. Es él... ...el hombre auténtico...
Antonio Domínguez Hidalgo
Y con mayor motivo tratándose de un muchacho de tu carácter, que necesita corregirse mucho y al que no se pude hacer mejor servicio que obligarle a que se acostumbre a trabajar, que es lo único que puede doblegarle. -Y que en el trabajo de nada sirve la terquedad; se les doblega lo que hace falta -interrumpió su hermana.
La religión se insinúa por su propia fuerza en las almas, doblega la misma voluntad del hombre para que se una a sus gobernantes no sólo por estricta obediencia, sino también por la benevolencia de la caridad, la cual es en toda sociedad humana la garantía más firme de la seguridad.