De los dos mil trescientos reales le sobraban al año los trescientos para aumentar el capital. Las matrículas no le costaban dinero, sino disenterías, porque las ganaba a fuerza de estudiar.
La vía de administración parenteral tiene la ventaja fundamental de que aporta el fármaco de forma directa o casi directa a la circulación sistémica, salvo en algunas formas especiales que presenta casi características de la vía tópica. Además permite el tratamiento en pacientes que no pueden o no deben utilizar la vía oral (inconscientes, disenterías, etc.).
Para el ejército ocupante, la región era insalubre (Pique y disenterías), desconocida, de difícil acceso y el suministro debía hacerse por el largo y peligroso camino a Lima, comprarlo a elevados precios a los lugareños o requisarlo, lo que provocaba aún más la resistencia peruana.
En Guanajuato, la planta también se administra, por vía oral, contra los parásitos, para tratar las disenterías y enfermedades de los riñones.
Francisco Hernández de Toledo, en el mismo siglo relata: es astringente, cura las disenterías y demás flujos, la inflamación de los ojos, las hemorroides y el empacho, refresca las fiebres, combate el excesivo calor, afirma los dientes, aprieta y fortalece las encías, evacua la pituita, calma los dolores lavando el lugar dolorido con el agua, madura y abre los tumores, favorece la concepción y cura las úlceras de la boca o cualesquiera otras Aseguran algunos que mezclada con chilli alivia la tos y evacua la orina y que sola purga la bilis.
A finales del siglo XIX, Eleuterio González menciona sus efectos estomáquico, febrífugo y antiespasmódico; "recomendada principalmente contra dolores y el tenesmo que acompañan a las disenterías".
En el siglo XX, Maximino Martínez retoma la información proporcionada por la Sociedad Mexicana de Historia Natural y agrega su uso para abscesos, como anticrotálico, antiodontálgico, antisifilítico, antitumoral y diaforético. Narciso Souza consigna que las raíces son usadas en las diarreas, disenterías e indigestiones.
A la corteza se le atribuyen propiedades medicinales, para curar diarreas, disenterías, infecciones de la garganta, hemorragias y cicatrizar heridas; también se usa para curtir pieles.
Se halla situado en terreno llano, a la orilla derecha del río de Agno Grande, en los 121º 1´ de longitus y los 15º y 55´ de latitud; le combaten principalmente los vientos sur y norte y los generales de la isla, y el clima es templado y saludable, no padeciéndose de ordinario otras enfermedades, que cólicos, disenterías e intermitentes.
En el siglo XVI, Francisco Hernández de Toledo relata: "el fruto es muy astringente y destila una baba sumamente glutinosa; ésta, untada, cura las fiebres, se administra contra las disenterías y las diarreas.
En medicina popular se usa la infusión de las hojas secas (o directamente el polvo) para curar heridas, y esta misma preparación a partir de las hojas frescas para bajar la fiebre, tratar diarreas, disenterías (en estas dos últimas afecciones funcionan bien incluso los frutos) y el empacho, calmar dolores de garganta e inflamación de las amígdalas, y curar úlceras de la boca; también se puede utilizar el jugo fresco de las hojas ya sea al interior o en forma tópica.
Dosis: Infuso al 2%, 2-3 tazas/día después de las comidas. No deben endulzarse los infusos, debiendo guardar régimen en el caso de que se administre para tratar diarreas y disenterías.