Aunque pueda resultar raro, este juego surgió verdaderamente a finales del siglo XIX a raíz del hundimiento del techo de una cuadra de mulas, cuando a unos parroquianos se les ocurrió acondicionar y utilizar el recinto para jugar a la pelota valenciana.;Recinto Las galochetas de Monóvar son unos edificios cerrados que se diferencian del trinquete en tener dimensiones más reducidas –veinte metros de largo por tres y medio de ancho, exactamente–, porque carecen de escaleras laterales, porque cuentan con unos agujeros que forman la pared lateral y el resto, a los cuales se les denomina caixons (cajones), y porque presentan una cuerda central destensada y cuatro cajones en las esquinas del recinto.
Mención aparte merece el juego del pasaka, especialidad que se practica con guante y que a diferencia de las restantes especialidades es un juego directo. Se juega con una red destensada en mitad de la pista y los contendientes se enfrentan cara a cara al modo del tenis.
A mitad de la cancha se sitúa una red destensada que alcanza una altura de aproximadamente un metro en los extremos siendo algo inferior en el centro.
Además de la pelota mano y tres modalidades con pala, la prueba restante es el "sare" (red), en la que la pelota se lanza contra el frontón usando una pequeña raqueta que enmarca una red de cuerda destensada.
Circunducciones: Al igual que en los dos casos precedentes, la mano debe estar completamente destensada y posada sobre la pelota.
Galotxeta: Este recinto de veinte metros de largo por tres y medio de ancho se utiliza para jugar la modalidad de "Galotxetes" en la localidad de Monóvar. Cuenta con una cuerda central destensada y cuatro cajones en las esquinas del recinto.