El joven, que desea poseerla insistentemente, también se niega rotundamente a vender a Isaura a Miguel, su legítimo padre, que lleva ahorrando dinero desde hace veinte años para comprar la libertad de su hija. Despechada, Malvina decide abandonar a su esposo y regresa a la casa de su padre.
Desde 1874 hasta su fallacimiento —la leyenda dice que habría fallecido envenenado por una admiradora despechada— ocupó la cátedra de dibujo en el Colegio Nacional de Buenos Aires; en el MNBABA se conserva también El velatorio del angelito; al año siguiente de su muerte se remataron sus cuadros La trilla, Las cascada y La Alameda de Santiago.
Pero tras la emoción del principio, Matt rompe con Jenny y eso no le gusta a ella y a su gran vena neurótica. Sin embargo, pronto se da cuenta de que una superheroína despechada puede ser de lo más sufrido.
Sin embargo, Eduardo sólo estaba con ella por interés; al darse cuenta de la situación de la familia de su novia, la abandona para buscarse otra mujer adinerada. La despechada Catalina no encuentra otra solución y se ve obligada a casarse con Sebastián.
Y aunque sin luz los mantiene, por mucho que los aferra, su odioso contorno viene a dar a sus ojos guerra, y despechada la tiene.
Sale BORJA. BORJA Sepan vustedes, señores, que yo vengo despechada contra aquellos que, de honrados, sin gusto la vida pasan. Los que al pundonor atienden sin faltar jamás en nada, vengo yo a echar en galeras, porque paguen su ignorancia.
La Reyna de gloria tovose por prendada, Porque la su eglesia fincaba violada: Pesol de corazon, fo ende
despechada, Demostrogelo luego que lis era irada.
Gonzalo de Berceo
Mira que es inconveniente que Garcia-Ruiz se ausente en esta ocasión de aquí, que examinar su intención con cautela es acertado; que si paga, enamorado de mi prima, su afición, tales cosas le diré, que aborrezca a la que estima, y despechada mi prima al Conde la mano dé.
Sale MITILENE, muy despechada MITILENE: (¡Oh, nunca llegara yo Aparte a ver este infausto día!) Tío y hermano, vengad si a llanto y lástima os mueve, la desdicha más aleve que ha inventado la crueldad.
De pronto le ocurrió al autor la siguiente idea: -Esta joven estar a despechada porque no he vuelto a cogerle la mano, privándola, por consiguiente, del placer de hacerme otro desaire.
Tentó, por último, mejor fortuna en tercero, cuarto y quinto plato; pero siempre le aconteció lo propio: así, tuvo con harta pena que resignarse a ayunar, y se salió despechada de la cocina.
Como diz que el amor es ciego, los aspirantes no desesperanzados afirmaban que aquella era una cojera graciosa, y que constituía un hechizo más en dama que los tenía por almudes y para dar y prestar; a lo que como la
despechada zorra que no alcanzó al racimo, contestaban los galanes desahuciados: ::«Si hasta la que no cojea, ::de vez en cuando falsea ::y pega unos tropezones...
Ricardo Palma