Durante el viaje, Reepicheep le enseña a Eustace Clarence Scrubb (Primo de Edmund y Lucy) sobre honor, coraje, y lealtad, aunque al comienzo de su relación, Eustace trata a Reepicheep con una gran descortesía.
En los días de muertos las casas deben estar siempre limpias y sin trabajo pendiente (como hacer las tortillas, por ejemplo), pues se cree que si algo faltó por hacer las ánimas llegarán y realizarán el trabajo pendiente, lo que sería una descortesía para ellos.
Este sufijo se emplea tanto en nombres propios como en apellidos y su no uso se conoce como 呼び捨て (yobisute, cuyo significado literal es «desechar el nombre») y puede ser considerada como una gran descortesía, de acuerdo a la jerarquía de la persona a la que se dirige.
Entonces se dirigió a ellos recriminándoles su descortesía y su indiferencia ante el drama de otros pueblos («En nuestras guerras se muere, señores.
Esta maldita fragilidad humana; pero a bien que la conocen los redactores; lo peor es que el pecado de hallar malo el Correo va a ser como el pecado original, que tiene que pasar a nuestros hijos; y permítaseme decirlo, aunque sea
descortesía.
Mariano José de Larra
Dijo en esto el de las calzas atacadas muy mohíno: -Todo eso se entiende con ese escudero, pero no conmigo, a fe de caballero -y tardó a decir caballero tres cuartos de hora-, que es ruin término y
descortesía.
Francisco de Quevedo
En esto vi a un muchacho de piernas largas, que llevaba un carrito enganchado a un burro y que estaba cerca del obelisco en el camino de Blackfriars; al pasar me encontré con su mirada y me preguntó si le reconocería bien si le volvía a ver, aludiendo sin duda a la fijeza con que le había examinado. Me apresuré a asegurarle que no había sido por descortesía, sino que estaba pensando si no quería encargarse de un trabajo.
-Así es la verdad -respondió don Juan-, porque jamás supe ni quise encubrir mi nombre; pero decidme, señor, quién sois, por que yo no caiga en alguna
descortesía.
Miguel de Cervantes Saavedra
¿Por qué este ataque?—¿Que estas charlando? ¿Te quejas de nuestra descortesía mientras estás huyendo con nuestro asno? Lo que debes hacer es decirnos dónde está el muchacho, su arriero; tal vez le has asesinado.
Entró el notario, apretando con el brazo izquierdo contra su cuerpo la bata de casa con palmas bordadas, mientras que con la otra se quitaba y ponía rápidamente un birrete de terciopelo marrón, caído con presunción sobre e1 lado derecho por donde salían las puntas de tres mechones rubios que, recogidos en el occipucio, contorneaban su cabeza calva. Después de ofrecerle asiento, se sentó a almorzar, pidiéndole muchas disculpas por la descortesía.
Y cuando salió a bailar con la hija del dueño de casa un gato de cumplimiento, disculpándose por no saber más danzas que las campesinas, y por no quitarse las espuelas,
descortesía que sorprendió, aquel doble detalle gaucho tornólo más interesante, al contrastar con su pie de raza y con sus largas manos que granizaban la fuerza en castañetas inauditas.
Leopoldo Lugones
Luego al modo que el sabio desprecia la cortesía o descortesía de éste, desestimará la del rey que tiene en su servicio esclavos partos, medos y bactrianos; pero de tal manera que los enfrena con miedo, sin atreverse jamás a aflojar el arco por ser malos y venales y que desean mudar de dueño.