1970 - Ha entrado una mujer. 1970 - La mentira - Virginia Castelo Blanco. 1969 - Juan el desalmado. 1969 - Cuando los hijos se van.
actualmente y en concordancia con nuestra era comunicacional entendemos en la irregularidad del vivir, no un aprovechamiento oportunista de situaciones, sino la consecuencia tangible y solidificada de un mundo comercio, cosificador y desalmado, premiante a quien obtenga logros y desplazante a quien otorgue su porción de espacio.
Macavity es referido como “un desalmado con figura felina, un monstruo de la depravación” y ha sido sospechoso de agobiar a los perros pequineses, de vandalismo, robo, de hacer trampa con los naipes, de espionaje y de controlar el círculo de miembros del crimen organizado como Mungojerrie, Rumpletezer y Griddlebon, entre otros.
No woman, no cry retrata a un Bob nada ejemplar, aunque menos desalmado que sus amigotes, capaces de saquear la taquilla de un concierto benéfico pensado para construir una escuela rasta.
Sin embargo, Narciso, en castigo a su ser desalmado, es transformado en una planta que da unas flores muy bellas, de olor nauseabundo y estéril de fruto.
Ahí está el viejo de tu padre, muerto de hambre, con quien comparto yo la mitad de mi comida, porque el desalmado de Benjamín Hernández no le da ni un pan.
Condenado mi querido amo! aguarda, aguarda, desalmado, que con este palo.... Sosiégate, hijito mio, puesque me has prometido escucharme con paciencia.
¡Mirad por quién he perdido y gastado mi mocedad y la flor de mis años, sino por un bellaco
desalmado, facinoroso e incorregible!
Miguel de Cervantes Saavedra
El ilustre poeta don Andrés Bello hace la fotografía del talaverino en esta magistral octava: ::«Devoto campeón de un rey devoto, ::vedle del templo hacer taberna obscena, ::de la blasfemia, el
desalmado voto ::y su habitual interjección resuena, ::de roba y pilla, y todo freno roto, ::con los sagrados vasos bebe y cena, ::y ni a la madre de su Dios perdona ::arrancando a sus sienes la corona».
Ricardo Palma
Cuando vino el cana sólo estaba el rancho y el turco, que lloraba con la nariz revirada. El más
desalmado fue Arévalo. Era lungo, moreno y tuerto.
Roberto Arlt
¡qué diablos! Un hombre solo en un caserón abandonado, con fama de rico, podría ser buena presa para cualquier desalmado. De un sorbo se bebió la taza de café el advenedizo, dejándose observar por la mirada rapaz del señor X su físico desleído, que no decía nada, ni nada revelaba.
Y reíase de la otra buena vieja de la Pipota, que dejaba la canasta de colar hurtada, guardada en su casa y se iba a poner las candelillas de cera a las imágenes, y con ello pensaba irse al cielo calzada y vestida. No menos le suspendía la obediencia y respecto que todos tenían a Monipodio, siendo un hombre bárbaro, rústico y
desalmado.
Miguel de Cervantes Saavedra