-¿La niña es hija tuya? -preguntó uno de los exploradores. -Por tal la tengo -repuso desafiante el aventurero-. Mía es, porque la he salvado.
Desde la gigantesca, rectangular y
desafiante ventana modemoide de un elevado e imponente edificio, alguien oculto entre las nacientes sombras, contemplaba el horizonte.
Antonio Domínguez Hidalgo
Un Ecuador de legendarias' hazañas heroicas, pero oscurecidas por una milicia enclenque, por una diplomacia fracasada, por una economía en derrota, de una política ruin y con una administración gubernamental, que tenía la violencia como norma, y el atropello como ley, suscribe una página de humillación y vergüenza desafiante, que quedará eternamente grabando en la conciencia nacional.
Así comprendió que su furia
desafiante, era el odio tenaz de un minotoro que cornaba resentido todo olivo destellante de su antiguo despilfarro.
Antonio Domínguez Hidalgo
Escrito en una prosa poemática de intensidad lingüística, desnuda el alma de quien, en un abierto monólogo, retador, desafiante, rebelde, sincero, se levanta agreste y oceánica, apasionada y enternecida para pregonar su grito-canto de libertad y su sed infinita de creación.
Allí la garra, el colmillo y el aguijón venenoso del paraje milenario, es el poder terrorífico y soberano de los dominios 'aún inalienables, en donde no ha entrado la acción del hombre y la civilización, permaneciendo desafiante frente al cultivo de la dulzura y bondad que se refugia en otros lugares vecinos de las plantaciones.
Cuando el gracioso insecto pasaba cerca de unos tules exuberantes, apareció
desafiante la imponente monstruosidad de un prietuzco sapo.
Antonio Domínguez Hidalgo
Acaso de vez en vez se escuchaba,
desafiante del si-lencio, el monótono y procaz chirrido de alguna alimaña nocturna que sobrevivía en viciadas ca-vernas subterráneas junto a cucarachas y otros insectos rastreros.
Antonio Domínguez Hidalgo
Ninguna medida violenta, sin embargo, podría someterlos, tal era el espíritu de oposición que les llenaba. Hacían todo de manera superficial, ociosa, descuidada y desafiante; no les retenía ningún sentimiento de vergüenza o miedo.
Tenía la misma expresión, la misma mirada desafiante, el mismo tono orgulloso al expresarse; de modo que un gran número de los plebeyos quedó no menos atemorizado por Apio en su juicio de lo que lo estuvieron cuando fue cónsul.
Porque ciertamente un cosa es perfilarse desafiante ante el extraño, que si vence no está obligado a perdonar más; y otra muy diversa enfrentar al hermano, en quien, en cualquier momento, la indignación, los enconos, los agravios pueden ceder a la voz de la sangre.
El ruido de la diligencia en el patio fue una distracción oportuna, que me hizo preguntar algo confuso y en un tono entre orgulloso y desafiante, si le debía algo.