El sistema, que lograba mantener un caudal prácticamente estable a lo largo de todo el año, salvo en época estival que decrecía, estuvo en funcionamiento hasta la década de los setenta del siglo XX.
A pesar de haber surgido de las inferiores del club, como técnico y como jugador, no brindó las oportunidades que debía a los más jóvenes. El equipo decrecía a nivel futbolístico, el cansancio se hacía notar, pero nunca apoyó el progreso de los suplentes.
Es más, con la muerte de su mujer, en 1965, Thomas se refugió más bien en Inglaterra. Volvió a París en 1991 al sentir que su salud decrecía, y murió en esta ciudad en 1993.
Scarface dejó el grupo y siguió sacando albums a pesar de que el número de ventas decrecía, hasta que en 2000 volvió a colmar grandes ventas y una buena crítica con el álbum Last of a Dying Breed.
Los resultados obtenidos en las tareas de asociación semántica libre fueron relativamente similares en todos los grupos, mientras que los obtenidos en la tarea del recuerdo episódico libre varió significativamente: el porcentaje de acierto aumentaba a medida que decrecía la susceptibilidad hipnótica.
Tras la Guerra de Sucesión Española, el territorio español en Europa se vería reducido a los peninsulares, lo que, junto al hecho de que cada vez llegaba menos oro de América y la población decrecía, dejaron a España muy debilitada.
Respecto a esta etapa de su vida, Nectoux describe: «En su vejez logró una cierta serenidad, sin perder en lo absoluto su vitalidad espiritual notable, aunque apartada del sensualismo y la pasión de los trabajos que escribió entre 1875 y 1895». De igual forma, sostuvo que su humor decrecía notablemente, como si estuviese adoptando un poco el estilo melódico de Wagner.
Si bien se lanzaban a la caza de individuos aislados y de bandadas de entre dos y 15 000 individuos, eran más exitosos cuando se embarcaban en la cacería de grupos de menos de 50 individuos. El riesgo de depredación para las golondrinas tomadas individualmente decrecía dramáticamente con el tamaño de la bandada.
Pero el prestigio que se había captado la Ordenanza en los quince años que mediaron entre la erección del consulado y nuestra memorable revolución, principió a decaer gradualmente, y a medida que él decrecía se despertaba en todos el deseo legítimo de una legislación más amplia y comprensiva.
Comenzó el deshielo. El deshielo aumentaba, y el hombre de nieve
decrecía. No decía nada ni se quejaba, y éste es el más elocuente síntoma de que se acerca el fin.
Hans Christian Andersen
Cinco minutos después, la tempestad se calmaba, las compañías buscaban las líneas, el rumor decrecía lentamente y bajaba sobre el antiguo vivac desordenado y bullicioso esa majestad silenciosa del ejército que aguarda el combate.
Evidentemente temía los efectos físicos de una emoción violenta, aún cuando su determinación y fuerza motriz aumentaban más que decrecía, y rehusaba ser confinado en su cama.