Y como á veces es preciso que también la poesía hable al espíritu, y poesía, y muy sublime, hay en el Sermón de la moiüaña no creo fuera de oportunidad recordar el fragmento pertinente de la clásica traducción en verso, que los niños repiten de coro en las aulas municipales de Venezuela. En las postrimerías de nuestro siglo se encuentra uno versos has- ta en la cucharada de sopa.
Y cuando, de sobremesa, comentábase algún notición político que á mi padre regocijara, no dejaba la abuela de meter
cucharada, diciendo:— Lo malo será que nos salgan un día de estos con el traquido de la Capitana.
Ricardo Palma
Más que a su madre, más que a mí, quiere a ratos la reina de Saba a Maolito, su novio, un vecino de siete años, macho más hermoso que yo y sin barbas que piquen al besarle. Maolito es nuestro eterno convidado; Rosina le sienta junto a sí, y entre cucharada y cucharada le admira, le adora...
Era la hora del almuerzo; la chinita Ugenia trajo la sopera y Cenobita sirvió a Bermúdez, que, en cuanto probó la primera cucharada rezongó de mal modo: -Esta sopa está fría.
Una hora después de su partida, oímos un grito en la cama del pobre correntino, a quién el enfermero había hecho tomar una
cucharada de un líquido atroz, después de haberle friccionado cuidadosamente la rodilla con el jarabe de que tenía enmelada toda la mano.
Miguel Cané
Las tres se parecían completamente y la única cosa que las distinguía era que antes de dormirse la mayor había comido un terrón de azúcar, mientras que la segunda había bebido un sorbo de almíbar, y la tercera había tomado una
cucharada de miel.
los Hermanos Grimm
A la mañana, con la aurora, todo el mundo está alerta; los corsarios y escopetas, de pie y en rueda, hunden en un enorme caldero, después de haberse santiguado, su cuchara de cuerno sin mango, sacan con ella una cucharada de migas...
Las más hermosas y acaudaladas limeñas concurrían a ese acto enfundándose en la más vieja, rota y deshilachada de sus sayas, y contrastando con esa miseria ostentaban el ri quísimo chal y las valiosas alhajas de siempre. Todas consumían siquiera un pedazo de pan y una cucharada de la sopa de los pobres.
y aun la esbeltez del cuerpo, la estudiada colocación del cabello, la bien tajada y picuda barba, protestaban contra los estragos prematuros de la edad o de la vida desastrada y azarosa, revelada no solo en los desperfectos físicos, sino muy principalmente en la voz, tan extinguida, que desde las butacas apenas la podíamos apreciar; tan empañada y blanca, que parecía voz de hombre que canta con residuos de una
cucharada de gachas atravesadas en el gaznate.
Emilia Pardo Bazán
El inquisidor don Andrés Gaitán, azuzado por los enemigos de Ovando, metió su
cucharada en el asunto, y dijo que habiéndose ocupado el escritor de nombres y personas que, según constaba en los registros del Tribunal, eran infectos (descendientes de herejes), era el libro caso de Inquisición.
Ricardo Palma
Sin duda pensó él algo semejante a esto, que se le ocurriría a un espectador contemplando el grupo, y así que hubo absorbido la
cucharada, buscó con su mano descarnada y temblorosa la de ella, y al encontrarla, la acercó a los labios, en un movimiento de conmovedora gratitud.
Emilia Pardo Bazán
Jamás se le ocurrió ponerle, en Nochebuena, una buena
cucharada de sabrosas papillas, homenaje que todos sus antecesores habían recibido, incluso de mujeres privadas de toda cultura.
Hans Christian Andersen