Acabando de arreglar los paquetes, Dío Fetente, inclinado sobre la mesa, parecía un
cuadrumano con gorra, y yo, con los brazos en jarras, cavilaba pensando de dónde don Gaetano nos proporcionaría nuestra magra pitanza.
Roberto Arlt
El forastero, pensando que se trataba del cuadrumano de aquel nombre, miraba a todas partes con ávida curiosidad, en tanto reía a sus anchas el bonachón de don Silvestre, quien al cabo explicó a su amigo lo que aquella voz significaba.
oluntario de España, miliciano de huesos fidedignos, cuando marcha a morir tu corazón, cuando marcha a matar con su agonía mundial, no sé verdaderamente qué hacer, dónde ponerme; corro, escribo, aplaudo, lloro, atisbo, destrozo, apagan, digo a mi pecho que acabe, al que bien, que venga, y quiero desgraciarme; descúbrome la frente impersonal hasta tocar el vaso de la sangre, me detengo, detienen mi tamaño esas famosas caídas de arquitecto con las que se honra el animal que me honra; refluyen mis instintos a sus sogas, humea ante mi tumba la alegría y, otra vez, sin saber qué hacer, sin nada, déjame, desde mi piedra en blanco, déjame, solo, cuadrumano...
El noveno, o sea, el primero de la pareja del arco oriental, el monstruo apocalíptico de site cabezas que muerde a un animal cuadrumano.
Este cambio de nombre es un caso insólito en nuestra historia, ya que lo usual es poner a las nuevas poblaciones en una denominación exótica o bajada de la corte celestial. Ozatlán, en idioma pipilnáhuat, significa "lugar de monos", de ozat, oz (om) at, mono, cuadrumano, y tlan, desinencia del lugar.