Aquel día no había lección posible. Los chicos de esos tiempos vestíamos pantalón
crecedero, gorra y chaqueta o mameluco. No fumábamos cigarrillo, no calzábamos guantes, no la dábamos de saberlo todo, ni nos metíamos a politiquear y hacer autos de fe, como hogaño se estila, con el busto de ningún viviente, siquier fuese ministro caído.
Ricardo Palma
Muchas veces nuestras ropas eran cosidas por sus propias manos, y por muchos años hemos ostentado sacos como bolsas y el clásico jacquet
crecedero, aquel que, despreciando el efímero presente, solo tiene en vista el porvenir.
Miguel Cané