Los cuartos traseros están tan bien provistos de pelo que la parte trasera de los muslos tiene un aspecto casi rugoso. Los miembros, vistos por detrás, son paralelos y bien aplomados, los corvejones no girados ni hacia dentro ni hacia fuera.
Las extremidades posteriores son largas, bien anguladas, musculosas con huesos fuertes. Los corvejones son de emplazamiento bajo.Los pies son anchos, y los anteriores generalmente son más grandes que los posteriores.
Estructura corta (en "cob"), cruz pronunciada, perro de patas demasiado altas o demasiado bajas, antebrazos torcidos, dedos separados y pies alargados o planos, carpos y pies desviados hacia el exterior; espalda ensillada; lomos flojos; grupa corta o muy huidiza; miembros traseros demasiado rectos, corvejones de vaca o posición de duela de cuba.
Además un caballo no tiene músculos en sus patas por debajo de las rodillas y corvejones, sólo tiene piel, tendones, ligamentos, cartílago y huesos, y un tejido córneo especializado para absorber impactos que forma los cascos.
Zonas de córnea blanda en la parte interna de las extremidades, se los supone vestigios del meñique (quinto dedo) a la altura de las rodillas y los corvejones.
No presentan curvatura, ni hacia adentro ni afuera.: Corvejones: En posición baja y no deben desviarse ni hacia adentro, ni hacia afuera.: Pies: De tamaño mediano, bien arqueados y compactos.
Bien aplomadas, hombros medianamente largos, antebrazos musculados, uñas negras, pies fuertes, redondos. Bien aplomadas, muslos anchos y musculosos, corvejones fuertes, descendidos, pies fuertes y redondos.
La línea dorsal muy alta en los hombros que luego se inclina hacia la cadera. Las extremidades son rectas, con muslos musculosos, corvejones cortos, dedos unidos y cortos.
Y no es eso sólo, sino que ahora con este con qué y aluego con el otro, lo tengo en casa cuarenta veces ar día, y po eso me he determinao yo a venir pa decille a su mercé que no es que a mí me agravie la voluntá que a la muchacha le tiée el zagal, que si ella es una rosa de Jericó, él es tamién una prenda, pero es que mi zagala está entoavía en capullo y la mies que mejor se trilla es la que más el sol dora; y además, y sobre to, y platicándole a su mercé con er corazón en la mano: la verdá es que a mí er peso de la edá me tiée ya enterrao cuasi jasta los corvejones y er día menos pensao sarta un terral y me reseca der to y me arranca de la cepa...
-Pero, hombre; ¿y ese cuello más lacio que un sauce llorón? ¿Y esos dos ojos mortecinos? ¿Y esos corvejones que se doblan? -Ay, zeñó, y que poco sabe su mersé de las güenas rasas.
El cuello osciló, entreabriose la triste boca, retembló el ijar, dobláronse, hasta dar en tierra, los corvejones, y los remos delanteros se agitaron en el espacio con angustia.
-le preguntó con voz cascada la señora Dolores. -De Malaguita, de Malaguita la Bella, es de aonde me trae este condenao, al que se le van aflojando ya mucho los corvejones.