Y hubo bombardeo y cambio diario de balas durante un mes, y los chiclayanos se batieron siempre con bizarría. Ahora vamos a la
Conga.
Ricardo Palma
¿Éramos acaso franceses, españoles, portugueses o alemanes? Chicha y moscorrofio del legítimo. Aquella noche nació la
Conga. Se cantaba: ::«De los coroneles ::¿cuál es el mejor?
Ricardo Palma
Y luego venía la fuga, que era una delicia del sexto cielo de Mahoma por la gracia y soltura de las parejas; y en coro acompañado de palmadas teníamos lo de ::Ahora sí la
Conga, ::(¡ahora!) ::señora Manonga, ::(¡ahora!) ::y no se componga ::(¡ahora!) ::que se desmondonga.
Ricardo Palma
EL QVARTO INGA, Mayta Capac: Tenía sus armas y zelada uma chuco de azul escuro yanas pacra y su masca paycha y conga cuchuna, ualcanca y su manta de encarnado y de su camexeta de hazia arriua azul y del medio tres betas de tocapo d y de auajo caxane con blanco y uerde y colorado y quatro ataderos de los pies.
Mango Capac Ynga, el primer padre de los dichos Yngas, tenía su llauto uerde y su pluma de quitasol y su orexa de oro fino, masca paycha, uayoc tica y en la mano derecha su conga cuchona y en la ysquierda un quitasol y su manta de encarnado y su camegeta arriua colorado y en medio tres betas de tocapo y lo de auajo azul claro y dos ataderos en los pies.
Menos pañito y más chocolate. Basta de guaraguas, y a la
Conga. Pero como no me propongo hacer historia contemporánea, y menos sobre una época en la que diz que hice papel, y no de estraza, escribiré sólo lo pertinente a mi tema.
Ricardo Palma
Soy más alta que estos negros y me siento deslumbrante con mi peinado reinante y mis ojos verdinegros. Bailando con ellos
conga voy a sentirme en ambiente; a este reino finco el diente con mi look de Rarotonga.
Antonio Domínguez Hidalgo
EL SESTO INGA, Inga Roca y su hijo: Este dicho Ynga tenía su llauto encarnado y su pluma de quitasol, masca paycha. Con la derecha mano tenía su hijo y con la ysquierda tenía su conga cuchuna y su uallcanca .
(¡ahora!) ¡Vamos! Quien no vio bailar la
Conga no ha visto cosa buena y sabrosa. Aquello era la resurrección de la carne, como dijo un arzobispo.
Ricardo Palma
El sitiador embistió por tres de las avenidas que conducían a la plaza, y al pasar por las calles, los vecinos desde las ventanas de las casas cantaban: ::Ahora sí la
Conga, ::(¡ahora!) ::-¡Pin!, un balazo- ::señora Manonga, ::(¡ahora!) ::-¡Pin!, otro balazo-.
Ricardo Palma
EL SÉTIMO INGA, Yauar Uacac Ynga: Tenía su arma y selada uma chuco de color encarnado anas pacra, masca paycha, su conga cuchona en la mano derecha y su uallcanca en la esquierda y su manta de morado yscuro y su camexeta del medio dos betas de tocapo y hacia ariua todo de tocapo y lo de auajo los lados de colorado y negro y sus quatro ataderos de los pies.
Por todas partes no se oía sino la
Conga. Chiclayo era una Conguería. Yo, el tradicionista, aunque la curiosidad me impelía a subir de rato en rato a la torre, en breve la lluvia de confites de plomo me obligaba a descender.
Ricardo Palma