Su porche es mucho más actual, de 1998, conforme a proyecto de Lucas del Teso, para sustituir al antiguo y cobijar su única portada de estilo gótico.
Al cabo, en Sarito Vilomara creyó haber hallado lo que ansiaba descubrir: el ángel anhelado para
cobijar bajo sus alas un corazón de soltero, aburrido ya de venales o tormentosos amoríos, de fondas donde se come invariablemente la misma tortilla a la francesa y los propios riñones al jerez, a la misma hora, y de pandillaje con amigos que piden prestado y se olvidan de pagar...
Emilia Pardo Bazán
No puede haber un doble estándar; no puede haber un doble estándar en materia ambiental; no puede haber un doble estándar en materia nuclear; no puede haber un doble estándar en materia de proteccionismo, porque estos dobles estándares van generando, esencialmente, un mundo con cada vez más contradicciones, con cada vez más conflictividades en donde ya nadie estará seguro si no nos sometemos a la autoridad de quienes conformamos, desde la firma de la Carta de San Francisco, esa organización que nos debe cobijar a todos y que debe ser la garantía de la seguridad y la paz mundial.
Considerando las dos naturalezas que se disputaban el campo de mi conciencia, entendí que se podía decir, con igual verdad, ser una como ser otra, era porque se trataba de dos naturalezas distintas; y muy pronto, mucho antes que mis investigaciones científicas me hicieran lejanamente barruntar la posibilidad de un milagro así, aprendí a cobijar con placer, como en un bonito sueño con los ojos abiertos, el pensamiento de una separación de los dos elementos.
El conde cuando vio el hijo comenzóse de esforzar: con el sayo que traía al niño fue a
cobijar; también se quitó la capa por a la madre abrigar; la condesa tomó el niño para darle de mamar.
Anónimo
¿Por qué tan sólo a mis dolientes quejas negando oído, a los vivientes todos en profunda quietud sumidos dejas, de tu licor dulcísimo beodos? ¿Por qué, por qué no vienes con ala lisonjera a cobijar mi ardiente cabecera y a refrescar mis abrasadas sienes?
Nosotros intentamos mejorar la raza mediante el aire puro, de la libre luz solar, del agua sana y de esas viviendas, horriblemente desnudas, para cobijar mejor a la clase baja.
Va a ser un espectáculo que reunirá en un circo más espectadores que los hubo en los circos romanos de Claudio y de Calígula. Nuestras posiciones de Coney Island serán estrechas para cobijar al público.
Como el sauce era árbol que sólo servía para cobijar a los campesinos a la hora cálida del medio día, Mazuelos sólo servía en la aldea para escuchar la charla de quienes solían cobijarse en la botica; y así como el sauce daba una sombra indiferente a los gañanes mientras sus raíces rojas jugueteaban en el agua de la acequia, así él oía con desganada abnegación la charla de otros, mientras jugaba, el espíritu fijo en una idea lejana, con la cadena de su reloj, o hacía con su dedo índice gancho a la oreja de su botín de elástico, cruzadas, una sobre otra, las enjutas magras piernas.
Persuadidos de sus palabras, labraron esa efigie para reemplazar el Paladión, desagravio de la diosa ultrajada y como expiación de su nefando sacrilegio; Calcas les mandó erigir con trabados maderos esa inmensa mole y elevarla hasta el cielo, para que no pudiese caber por las puertas ni penetrar dentro de las murallas de vuestra ciudad, ni cobijar a vuestro pueblo, seguro bajo el amparo de un antiguo culto.
Yo era tan pequeño que ni caminar podía, y ella flagelada por las sombras, angustiadísima, caminaba a la orilla de los caminos, llevándome en sus brazos, calentándome las rodillas con el pecho, estrechando todo mi cuerpecito contra su cuerpo mezquino, y pedía a las gentes para mí, y mientras me daba el pecho, un calor de sollozo le secaba la boca, y de su boca hambrienta se quitaba el pan para mi boca, y de sus noches el sueño para atender a mis quejas, y con los ojos resplandecientes, con su cuerpo vestido de míseras ropas, tan pequeña y tan triste, se abría como un velo para
cobijar mi sueño.
Roberto Arlt
Al cabo de dos semanas comienzan las aves adultas a dejar de cobijar bajo las alas a los jóvenes, que por último, tras 46 - 51 días, abandonan el nido.