No había Subercasaux empleado mas de veinte minutos en buscar y traer al animal; pero cuando al orientarse en las cercanías del sulky con un: —¿Están ahí,
chiquitos?
Horacio Quiroga
Pasados los instantes de inquietud o peligro, la voz de Subercasaux era muy distinta de aquella con que hablaba a sus
chiquitos cuando debía dirigirse a ellos como a hombres.
Horacio Quiroga
Hasta que, ya vestidos, se iban a tomar café bajo las palmeras en tanto que la mujercita continuaba durmiendo como una piedra, hasta que el sol en la cara la despertaba. Subercasaux, con sus dos
chiquitos, hechura suya en sentimientos y educación, se consideraba el padre más feliz de la tierra.
Horacio Quiroga
Cuando desapareció Culcufura, Próspero cerró la puerta, se unió a sus hermanos, estrechándolos entre sus brazos, y les dijo: -Estad tranquilos, no os asustéis... Somos chiquitos, pero Dios ha querido que hayamos de convertirnos rápidamente en hombres.
Corrales se echo para atrás, enroscó el cuerpo, hundió la cabeza entre los hombros, y mirando a su adversario con sus ojos
chiquitos, llenos de malicia, esperó el ataque con las manos en postura.
Miguel Cané
A la niña, como toavía está tan patojita, ai le compré ese embustico. Es hasta pecao dale juguetes buenos a los
chiquitos, pa que los rompan al momento.
Tomás Carrasquilla
Este día, estaba entre la concurrencia un gauchito, bajo de estatura, delgado, casi lampiño, de ojos chiquitos; con una de estas caras que nadie piensa en mirar, que, instintivamente, se disimulan detrás de espaldas más altas, y cuya vista inspira al que, por casualidad, las ve, la misma repulsión que la de una víbora, con la misma intuición de destrucción necesaria, aunque sea con asco.
Sólo una creciente dificultad sin penurias para apreciar la distancia a que estaban los objetos... Y la boca muy abierta para respirar. —
Chiquitos... Vengan enseguida...
Horacio Quiroga
Yo, señor Fígaro, soy liberal desde chiquito, así como hay otros
chiquitos desde liberales; anduve en lo del año 12, asunto de grandes controversias; que salvé, pues, la patria de la dependencia francesa no hay para qué decirlo; que vino el Rey, todo el mundo lo sabe: ¡ojalá nadie lo supiera!, y que fui luego a Melilla eso lo sé yo, y basta.
Mariano José de Larra
El enfermo tuvo aún el valor de sonreír, y los chicos abrieron más los ojos ante aquella mueca. —
Chiquitos —les dijo Subercasaux, cuando los tuvo a su lado—.
Horacio Quiroga
Óiganme bien,
chiquitos míos, porque ustedes son ya grandes y pueden comprender todo... Voy a morir,
chiquitos... Pero no se aflijan...
Horacio Quiroga
4 La lengua del niño de teta, de sed se pegó á su paladar: Los chiquitos pidieron pan, y no hubo quien se lo partiese. 5 Los que comían delicadamente, asolados fueron en las calles; Los que se criaron en carmesí, abrazaron los estercoleros.