-¿Celosa yo? Esas ni me importan. Todas son unas fugaces y desparpajadas vendeculos. ¿Cómo voy a tenerles celos, si yo soy imperecedera?
CELESTINA Señoras, vamos al caso, que el caso es un poco vivo: 186 tú estás de don Juan celosa, tú de don Diego lo mismo, don Juan lo está de don Diego.
Y precisamente de esta libertad y tolerancia que ha sido benéfica para el país, nace mi convicción de que no existiendo postulados nuevos en la última contienda electoral que hayan ganado la voluntad popular hoy celosa de sus conquistas sociales, no puede hacer brotes de violencia subversiva que pongan en peligro la paz de la nación.
Para tal efecto, espero de la Honorable Representación Popular su más serena reflexión a fin de que las actividades electorales se encaucen con celosa vigilancia sobre las doctrinas puestas en acción por los grupos en contienda; en evitar actos que puedan desorientar la buena fe del pueblo, y en cuidar que se impartan garantías y protección a todos los sectores en el proceso que implica la exteriorización de la ciudadanía.
Algunos dadores pintan la primera fundación de Piñas he por el Bachiller Juan de Loayza, como una acuarela vistosa en medio de la frondosidad verde de una montaña que permanecía virgen y celosa de sus tesoros naturales.
Tengo la última palabra en seguridades: ¡qué linda forma de arma! Es
celosa, repetidora y va lejos; pega en un punto solamente y puede matar.
Felisberto Hernández
Tú permaneciste impasible y preferiste a tu Dios. ¡Ah, cuán celosa estoy de tu Dios al que has amado y amas aún más que a mí! »¡Desdichada, desdichada de mí!, jamás tu corazón será para mí sola, para mí, a quien resucitaste con un beso, para mí, Clarimonda la muerta, que forzó por tu causa las puertas de la tumba y viene a consagrarte su vida; recobrada para hacerte feliz.
Aquel bizarro ademán con que la espada sacó, el valor con que venció y dió la vida a Don Juan; la gala, la discreción en darme disculpa, el modo, gentileza y talle, todo me ha robado el corazón. JULIA. (Ap.) ¡Rabiando estoy de celosa! ANARDA .
Lo emulará
celosa vuestra posteridad; y nuevos nombres añadiendo la fama a los que ahora aclama, «hijos son éstos, hijos, (pregonará a los hombres) de los que vencedores superaron de los Andes la cima; de los que en Boyacá, los que en la arena de Maipo, y en Junín, y en la campaña gloriosa de Apurima, postrar supieron al león de España».
Andrés Bello
Y la primera muestra que dio de su condición
celosa fue no querer que sastre alguno tomase la medida a su esposa de los muchos vestidos que pensaba hacerle; y así, anduvo mirando cuál otra mujer tendría, poco más a menos, el talle y cuerpo de Leonora, y halló una pobre, a cuya medida hizo hacer una ropa, y, probándosela su esposa, halló que le venía bien; y por aquella medida hizo los demás vestidos, que fueron tantos y tan ricos, que los padres de la desposada se tuvieron por más que dichosos en haber acertado con tan buen yerno, para remedio suyo y de su hija.
Miguel de Cervantes Saavedra
Con tales afectos dijo las razones pasadas Clemente, que estuvo en duda Andrés si las había dicho como enamorado o como comedido; que la infernal enfermedad
celosa es tan delicada, y de tal manera, que en los átomos del sol se pega, y de los que tocan a la cosa amada se fatiga el amante y se desespera.
Miguel de Cervantes
No había mucho que la nobleza,
celosa del alto honor de morir en las astas de un animal, no permitía que plebeyo alguno le disputase la menor parte, e inmediatamente se desdeña de lidiar con las fieras, hasta el punto de declarar infame al que va a sucederle en tan arriesgada diversión.
Mariano José de Larra