-Pos, señó -continuó el señor Curro, después de detenerse un punto para paladear una copa que acababa de ofrecerle el Tulipa-, el Niño, ya arrematao el tratillo que le había llevao a Gaucín, encomenzó un día a tallarse cuatro púas en la posá del Tomillares, y lo que pasa, que se puso a medias con el Carilargo de Utrera y arremataron por montar un tenderete, y como el Niño cuando se puée ganar honradamente la vía tirándole el pego al lucero de la tarde se la gana, y como en eso de tirar el pego, dicho sea sin ánimo de agraviarle, es el mozo to un catedrático, pos es naturá, a las dos semanas de haberse establecío tenían el Carilargo y él pa mercar dos cortijos en la vega.
- Lástima que sus padres estén en la tumba y no puedan leerlo - dijeron los nuevos porteros, que ocupaban a la sazón el sótano de la casa donde residía el general. Sabían que aquel
catedrático había nacido y crecido entre aquellas cuatro paredes.
Hans Christian Andersen
Gana mucho, y seguramente se casará con una muchacha rica. Si nosotros tuviésemos hijos, uno por lo menos tendría que ser
catedrático y arquitecto.
Hans Christian Andersen
Tratóse de eficiencia, de la eficiencia del propio país, y esto llevó la conversación, a la personalidad del joven
catedrático, el señor arquitecto.
Hans Christian Andersen
Pero luego dijo: - Jamás retiro mi palabra; el señor
catedrático está invitado - y se inclinó, dirigiendo una mirada al Rey, que indudablemente había oído el diálogo.
Hans Christian Andersen
En el Perú, la libertad de pensamiento parece que fuera perdiendo terreno, pues hasta se pretende que los alumnos sigan ciegamente las enseñanzas del catedrático.
Ahí mismo hace llamar la dama al
catedrático doctor Arenas, que explica en el "Colegio de San José", entre lunes y miércoles de cada Semana Santa, todos los misterios que en ella se conmemoran.
Tomás Carrasquilla
Quintón, que la renueva ahora, tampoco. Sabido es que en arte no se avanza sin dar un puntapié al dogma catedrático del momento. Y no hablemos de los inventores mecánicos de nuestra época, que sin haber saludado al magister de texto han cambiado la faz del mundo.
Que don Antonio Arnao, el fecundo poeta de Las melancolías, y don Francisco Fernández y González, miembro de cuatro Academias, Rector de la Universidad de Madrid y, aún mozo de veinte años no cumplidos, catedrático de Retórica y Poética, hombre de vastos conoceres, y sólida formación humanística, sean indulgentes conmigo en lo mucho que mi atrevimiento necesita.
¡Así se escribe!— diría yo á mis discípulos si tuviera competencia para
catedrático de literatura En esos dos cantos ha transparentado el poeta sus ideales políticos, sociales y religiosos.
Ricardo Palma
El autor, con envidiable ligereza y con un estilo lleno de atractivo combate el actual sistema universi- tario, y sus argumentos, en muchos casos, como cuando aboga por la conveniencia de restablecer el internado, son incontes- tables Al hablar de la llamada Escuela de Artes y "Oficios, cuya (t) El doctor don Manuel Santos Pasapera, catedrático en la Universidad de Lima.
3º.–Habrá un rector a cuyo cargo tendrá la dirección interior del Colegio y todos sus alumnos y dependientes: será de nombramiento del Gobierno, y tendrá la dotación de cuarenta pesos mensuales por sólo el Rectorado. Será precisamente Catedrático de Gramática por cuya enseñanza se le darán otros cuarenta pesos cada mes.