Posee hileras de escamas cefálicas que se extienden desde el borde posterior del ojo a la porción posterior de las narinas: son 7 escamas superciliares y cantales unidas, encimadas hasta las narinas, lo que le otorga a su cabeza una conformación acuminada tipo pala.
Estos posaron la interrogadora mirada en el tío Cantales; después miró el de Alcalá de los Gazules al hijo ilustre de Teba, sonriéronse disimuladamente ambos, y: -Qué, ¿mos vamos pa allá en amor y compañía, no sea cosa que vayamos a tener un mal tropiezo por esos malos caminos?
Y minutos después salían ambos próceres de la venta saltando las bardas del corral, y decíale el tío Cantales al ventero con acento tranquilo y reposado: -¡Camará, y que mo de poner pies en porvorosa!
El ventero, que había estado escuchando el diálogo mantenido por el albardonero y el hijo de la señá Catite, panza arriba sobre el empedrado suelo y con un albardón por almohada, medio incorporóse a la entrada del nuevo personaje, y -¡Ah!, que es usté, tío Cantales -exclamó, tumbándose de nuevo sobre el no muy bien mullido lecho, después que hubo conocido al recién llegado.
Pos ni que jueran esas dos criaturitas el Muleto y el Niño del Vizcaíno. El ventero miró, con expresión socarrona, al tío Cantales, se rascó la cabeza después y canturreó
Semeiaban sus oios dos fuentes perennales, Feria con su cabeza en los duros
cantales, Sus punnos en sus pechos daban colpes atales, Diçia: valasme, Madre, commo a otros vales!
Gonzalo de Berceo
Lo dicho por el tío Cantales parecía haber interesado en grado sumo a los nacidos en Teba y en Alcalá de los Gazules, y -Oiga osté, agüelo -preguntóle éste al tío Cantales, con acento un tantico inseguro-, ¿jacia aónde irigían el ala esos güenos mozos?
-Esos mozos no se meten con los probes, y lo que es yo no les tengo mala voluntá -exclamó el tío Cantales, encogiéndose de hombros-.