La gnomónica de estos siglos derivó a la construcción de relojes de misa o relojes de horas canónicas, en ellos se indicaban las horas de rezo.
Los moribundos son absueltos de todas sus culpas a causa de la muerte y ya son muertos para las leyes canónicas, quedando de derecho exentos de ellas.
Ya desde sus orígenes, la Iglesia Católica quiso santificar determinadas horas del día con una oración común. San Benito denominó a estas horas de rezo "horas canónicas", y así se haría desde el siglo VI.
En este oscuro periodo medieval, en el que la gnomónica "oficial" era la impuesta por la Iglesia Católica, mediante el uso de las horas canónicas, existieron autores innovadores como Cayo Julio Solino que en el siglo IV escribió un libro titulado Tractatus de umbra et luce ('Tratado de la sombra y la luz') que mantiene el enlace de conocimiento de la cultura grecolatina.
En literatura, los autores Hoffmann y Edgar Allan Poe, del que realizó numerosas traducciones (todavía canónicas en francés), alcanzaban, también según el criterio de Baudelaire, esta síntesis vanguardista; la misma que persiguió él asimismo en La Fanfarlo (1847), su única novela, y en sus distintos esbozos de obras teatrales.
En 1977 se adoptaron una serie de medidas por el Capítulo General para lograr su supervivencia y en el 2004 fueron modificados de nuevo sus estatutos para adaptarlos a las nuevas disposiciones canónicas.
El Papa expidió no sé si bula o rescripto concediendo, por especial privilegio y razones reservadas, tres puertas a la nueva iglesia de San Pablo; pero prohibía bajo severas penas
canónicas que se abriese la tercera, salvo casos de incendio, terremoto y aseo o refección de la fábrica.
Ricardo Palma
De la vanidad embustera de los egipcios, que atribuyen a sus ciencias cien mil niños de antigüedad CAPITULO XLI. De la discordia de las opiniones filosóficas y de la concordia de las escrituras canónicas de la Iglesia CAPITULO XLII.
Dexó muchos escritos, entre los que merecen el aprecio de los sabios sus Sermones, sus Prolegómenos, y sus Comentarios á las Epístolas de S. Pablo, y á las Canónicas, á los Hechos Apostólicos, y á los diez primeros capítulos del Génesis .
de Olmedo y á otros con algo de prodigalidad, pues conforme á las prescripciones
canónicas vigentes no puede dárseles, aunque por lo demás sería de desear figurase en el monumento aquel religioso, pues Gil González Dávila supone que fué de Olmedo.
Vicente de la Fuente
Desde este tiempo, después de reedificado el templo hasta Aristóbulo, no hubo reyes entre los judíos, sino príncipes, y el cómputo de estos tiempo no se halla en las santas Escritura que llamamos canónicas, sino en otro libros, y, entre ellos, en los que se intitulan de los Macabeos, los cuales tienen por canónicos no los judíos, sino la Iglesia, por los extraños y admirables martirios de algunos Santos mártires que contienen, quienes, antes que Cristo encarnase, pelearon valerosamente hasta dar su vida en defensa de la ley santa del Señor, padeciendo cruelísimos y horribles tormentos.
Reinaba entonces Tarquino, séptimo rey de los romanos, quienes, desterrando a éste, comenzaron a vivir libres del dominio de sus reyes; y hasta este tiempo hubo profetas en el pueblo de Israel, los cuales, aunque han sido muchos, con todo, así entre los judíos como entre nosotros, se hallan pocas escrituras canónicas suyas; de ellos prometí insertar algunas en este libro cuando estaba para concluir el anterior, y ya me parece estoy en estado de cumplir mi oferta.