En efecto, desde el instante en que sabemos que el hombre es la consecuencia de su propio organismo y del ambiente cósmico y social en que vive...
―Una ivi no se mejora con la simple intención, no es el mismo concepto de bueno y malo que tenemos nosotros, aunque se le parece mucho, hay que comprender que no tenemos la capacidad para juzgar a nivel cósmico, nuestra conciencia es como la versión gratuita del juicio cósmico, intuitivamente podemos creer que es bueno, pero obviamente, hay veces que actuamos creyendo que hicimos bien, cuando no, y viceversa; se que suena algo injusto, pero hay cosas que, aunque bien intencionadas, no son buenas.
Y si no anda más allá, nos dice, es porque cumple, como todas las escuelas de vanguardia, su función de despertar los adormilamientos artísticos y señalarles la puerta de entrada al siglo veinte, transición al humano cósmico.
El pueblo que he de guiar para que en toda la región de Anáhuac, y si es posible mas allá, pueda surgir el auténtico imperio de la energía creadora que luche incesantemente por el perfeccionamiento del universo, aunque para esto tengamos que vivir en perpetua guerra de convencimiento, la eterna guerra creadora, la guerra florida que desemboque en la amistad y la unión para el beneficio del todo cósmico: el TEOTL.- y haciendo su voluntad, HUITZILOPOCHTLI se alejó de su conmovida madre que lloraba de felicidad al ver los nobles propósitos de su hijo, el más pequeño, y el más grande.
Era una escena de una visión de Fusell, y sobre todo el resto reinaba aquella borrachera de luminoso amorfismo, aquel extraño arco iris de misterioso veneno del pozo..., hirviendo, saltando, centelleando y burbujeando malignamente en su cósmico e irreconocible cromatismo.
Sé que tuviste profundas tristezas, tan profundas como, no, no voy a decir lo siempre dicho, como los mares, como los océanos, como los abismos, sino simplemente profundas, acaso como el estremecimiento de perder a un padre, a un hermano, a un amigo, a un discípulo. Y sé también que aprendiste a ser roble, indestructible para los microbios; majestuosamente cósmico.
XVI De ti viene mi goce elemental, árbol florido, ventana abierta a las sendas siderales, violencia química, tangible ensoñación... Por ti nací a la vida parturienta, trabajo
cósmico, incesante movimiento, infinita rotación...
Antonio Domínguez Hidalgo
¡Muchos años dura la faena de la infeliz! Nadie ha podido contar el número de sus hijos: mejor se contarían las arenas del mar y el polvillo
cósmico del firmamento...
Emilia Pardo Bazán
Un dirigente chileno, miembro de la Unidad Popular, cuando le preguntaron que si, en caso de fracasar la vía pacífica y democrática postulada en Chile, se renunciaría a ella, respondió: si tuviéramos un resultado adverso, no significaría que se invalidara la tesis sobre la vía democrática y pacífica, al igual que los fracasos en varias tentativas de colocar en órbita naves cósmicas no significó el fracaso de la tesis sobre la posibilidad de la conquista del espacio cósmico.
Y estábase el problema sin despejar su incógnita: Colón, que no alardeaba de sabio de cartel, pero que en Dios y en su ánimo e intuición fiaba, en cuanto pudo, echóse del mar a sorprender aquel secreto cósmico, que consistir debía según del haz del agua la curva redondez, en que la tierra era no más que un astro, como los que rodar del cielo por el azul se ven.
Oíd el grito que va por la floresta de mástiles que cubre el ancho estuario, e invade el mar; sobre la enorme fiesta de las fábricas trémulas, de vida; sobre las torres de la urbe henchida; sobre el extraordinario tumulto de metales y de lumbres activos; sobre el
cósmico portento de obra y de pensamiento que arde en las poliglotas muchedumbres; sobre el construir, sobre el bregar, sobre el soñar, sobre la blanca sierra, sobre la extensa tierra, sobre la vasta mar.
Rubén Darío
Y a cada una de sus llamaradas le decían CUECALTZIN y lo consideraban la manifestación de HUEHUETEOTL, el abuelo fuego cósmico, la primera manifestación del TEOTL, la energía creadora que originó el OMETEOTL, la dualidad, esto es, OMECIHUATL y OMETECUHTLI, pero sobre todo, ella, cuando se transforma en TONACACIHUATL, la madre creadora del pedernal, nuestra reverenda madrecita.