No sé si los marineros en aquella época tendrían poco dinero o si lo que tenían era poca fe y preferían cinturones de corcho; lo que sí sé es que sólo se presentó un comprador, comerciante, que ofrecía por ella dos libras en plata y el resto en jerez, negándose a pagar ni un céntimo más por la seguridad de no morir ahogado.
También aparecieron unos campesinos campanianos, conduciendo burros cargados de odres de vino, que hacían sonar campanillas de bronce; su fisonomía difería de los campesinos de hoy como una medalla difiere de un céntimo.
Pero él se escudaba siempre en aquel bribón de Vinçart. Por otra parte, él no tenía un céntimo, nadie le pagaba ahora, lo explotaban, un pobre tendero como él no podía hacer anticipos.
No es un ser, muerte violenta, sino, apenas, lacónico suceso; más bien su modo tira, cuando ataca, tira a tumulto simple, sin órbitas ni cánticos de dicha; más bien tira su tiempo audaz, a céntimo impreciso y sus sordos quilates, a déspotas aplausos.
Ésta es la moderna. : Máximas, ideales, imperativos y postulados son hoy, a veces, las fichas de a céntimo de la moralidad. : Algunas de las más eximias novelas son un compendio, una enciclopedia de toda la vida espiritual de un individuo genial.
Como se deja entender fácilmente, estos negociantes pueden ser muy ricos, o no poseer un céntimo; y, por tanto, pueden guardarse en la cartera la garantía y atenerse al interés que les proporcione legalmente la operación, o sacar los títulos a la plaza para hacer fondos con que pagar las letras en Londres, o para largarse con ellos de España sin acordarse más de las letras ni del ministro, y...
Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. 5.26. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último
céntimo. 5.27.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Preferiría no conservarlo a mi lado, a pesar de que sé que soy la única persona que le aprecia, antes que conservarlo de no ser con la condición de gastar su dinero en él únicamente hasta el último céntimo.
-replicaron los malvados-. ¡Nos engañó! Nos debía dinero y no pudo pagarlo; y ahora que ha muerto no cobraremos un
céntimo. Por eso queremos vengarnos.
Hans Christian Andersen
Cuantas quiebras ocurren en su pueblo le cogen un pico, y si en alguna se reparte, por milagro, tal cual dividendo, él es el único acreedor que no cobra un céntimo.
Es decir, que con seis horas que trabaje resarcirá al capitalista el equivalente de los tres marcos que éste le entrega como salario. Al cabo de seis horas de trabajo, ambos están en paz y ninguno adeuda un céntimo al otro.
Puede haber, y hay en realidad, aún en la actual sociedad de propietarios, cosas que son verdaderamente públicas, como por ejemplo los servicios de alumbrado público, de fuentes públicas, de jardines públicos, etc., porque esta luz, este agua y estos aromas pueden disfrutarlos absolutamente todos los hombres, tanto si no poseen un céntimo como si son millonarios.