Tales son la matemática pura, y muchos ramos de la física, como la química, la botánica, la historia natural, astronomía y otros.
El era el gran señor, el sabio, el filósofo, el artista, el conocedor de todas las ciencias: sabía medicina y botánica; astronomía y matemáticas; y arquitectura y física; y química y zoología.
El señor Gobernador era de los que dicen que la mujer, en aritmética, es un multiplicador que no hace operaciones con un quebrado; en álgebra, la X de una ecuación; en geo- metría un poliedro de muchas caras; en botánica, flor bella y de grato aroma, pero de jugo venenoso; en zoología, bípedo lindo, pero indomesticable; en literatura, valiente paradoja de poetas chirles; en náutica, abismo que asusta y atrae; en me- dicina, pildora dorada y de sabor amargo; en ciencia admi- nistrativa, un banco hipotecario de la razón y el acierto, y...
Por ejemplo, cuando el mal tiempo impide los paseos para estudiar botánica, Ponócrates lleva a su discípulo a los talleres de los orfebres, de los relojeros, de los tejedores, de los impresores y los instruye sobre la variedad de los oficios.
MARTÍNEZ, J.L., Nezahualcoyotl, Fondo de Cultura Económica / SEP, México, 1972. MAYNEZ, Pilar, La Botánica entre los Nahuas y otros Estudios, SEP, México, 1988.
Para la siguiente temporada de sequía y de lluvia, ya estaba listo el nuevo regulador de la distribución acuífera, con lo cual, la comunidad zoo botánica vivió en armonía.
Sólo acertaron a decir que la sabiduría astronómico, matemática, botánica, medicinal, zoológica, social, educativa, eran artes de magia, brujerías y hechizos, puesto que las creencias europeas de entonces, debido a su ignorancia popular, así lo veían.
Sometiendo a más riguroso análisis uno de los sueños antes citados podremos establecer quizá alguna hipótesis sobre este punto. Elegiré para ello el sueño de la monografía
botánica.
Sigmund Freud
Desconfiando, sin duda, en la eficacia de mi ayuda, no se me entregaron sino muy pocas hojas, en las que recuerdo había algunos ejemplares de plantas crucíferas. Mis conocimientos de
botánica no han sido nunca cosa mayor.
Sigmund Freud
Todas las rutas mentales iniciadas, o sea, las referentes a las aficiones de mi mujer y a las mías propias, a la cocaína a las dificultades de la asistencia médica entre colegas, a mi predilección por los estudios monográficos y mi descuido de determinadas disciplinas, como la
botánica, todo esto es continuado en la interpretación, hasta desembocar en una cualquiera de las numerosas ramificaciones de mi diálogo con el oculista.
Sigmund Freud
Por medio de estos elementos intermedios, pertenecientes al círculo de representaciones de la
botánica, es como he debido de llevar a cabo el enlace de los dos sucesos diurnos, el indiferente y el interesante.
Sigmund Freud
El programa de asignaturas que leyó en el tablón de anuncios le hizo el efecto de un mazazo: clases de anatomía, patología, fisiología, farmacia, química, y botánica, y de clínica y terapéutica, sin contar la higiene y la materia médica, nombres todos cuyas etimologías ignoraba y que eran otras tantas puertas de santuarios llenos de augustas tinieblas.