Muy mal hecho, porque los que estaban en Columbia eran los amigos de él, y ahora los que están en Columbia son los barbudos, señores (EXCLAMACIONES).
¿En dónde? ¿Van a venir a conspirar con los rebeldes, van a venir a conspirar con los barbudos? Si los guardias ya no están ahí, ¿con quién van a conspirar?
No ando con motocicletas, no ando con perseguidoras, no ando con tanques por las calles, a pesar de los enemigos que sé que tengo (APLAUSOS). Todo el mundo sabe que los pocos que andan conmigo son guajiritos, barbudos de la Sierra Maestra (APLAUSOS).
a reina Mab, en su carro hecho de una sola perla, tirado por cuatro coleópteros de petos dorados y alas de pedrería, caminando sobre un rayo de sol, se coló por la ventana de una buhardilla donde estaban cuatro hombres flacos,
barbudos e impertinentes, lamentándose como unos desdichados.
Rubén Darío
En la preciosa colección había de todo mucho, según la feliz expresión del nene; guerreros arrogantísimos, que por las trazas representaban célebres caudillos, Gengis Kan, Cambises, Napoleón, Aníbal; santos y eremitas barbudos, pastores con pellizos y otros tipos de indudable realidad.
Después se volvió pidiendo mil perdones, y nosotros entramos. Mis ojos quedaron extasiados al ver en medio de la sala unas andas con Jesús de Nazareno, entre cuatro judíos tontos y barbudos.
Aun los que cruzaban por la esquina hacíanlo volviendo el rostro al lado opuesto; y hembras y hasta
barbudos hubo acometidos de soponcio o erizamiento de pelo, porque una pícara curiosidad los había forzado a mirar hacia el nicho.
Ricardo Palma
Este señor se creyó que nosotros estábamos pintados en la pared, o que no sabíamos lo que estábamos haciendo; creyó, a lo mejor, que al decir que Batista se había caído, todo el mundo se iba a poner muy contento, y le iba a tomar el pelo a toda el mundo (EXCLAMACIONES DE: “¡No saben quiénes son los barbudos!”).
El cementerio judío parece una cantera de tallados mármoles, y todos los días de la semana podréis encontrar allí mujeres desesperadas y hombres
barbudos con la cabeza cubierta de ceniza, que lloran la cólera de Jehová sobre sus muertos.
Roberto Arlt
La felicitaron; aquel patriotismo que ninguno de los viajeros fue capaza de sentir agigantaba, sin embargo, la figura de la moza, y Cornudet sonreía, con una sonrisa complaciente y protectora de apóstol; así oye un sacerdote a un penitente alabar a Dios; porque los revolucionarios barbudos monopolizan el patriotismo como los clérigos monopolizan la religión.
Las mujeres se arrodillaban en cubierta, de diferentes ángulos salían hombres
barbudos y ojerosos, la banda que escandalizaba desnuda en el fondo del compartimiento de máquinas tumbó la verja y en cueros como estaban se lanzaron danzando por todos los pasillos del buque, al tiempo que aullaban de alegría.
Roberto Arlt
Dicho está con lo apuntado que las simpatías del bello sexo paceño no acompañaban á la superior autoridad, y menos las de los barbudos, i ara con los que desplegaba su señoría no poca aspereza de carácter.