En aquel momento, mientras la columna de desconocido color brillaba con repentina intensidad y empezaba a entrelazase, con fantásticas sugerencias de forma que cada uno de los espectadores describió más tarde de un modo distinto, el desdichado Hello profirió un aullido que ningún hombre había oído nunca salir de la garganta de un caballo.
Llegó del más allá, donde las cosas no son como aquí..., y ahora regresa al lugar de donde procede..." En aquel momento, mientras la columna de desconocido color brillaba con repentina intensidad y empezaba a entrelazase, con fantásticas sugerencias de forma que cada uno de los espectadores describió más tarde de un modo distinto, el desdichado Hello profirió un aullido que ningún hombre hablo oído nunca salir de la garganta de un caballo.
La jauría, compuesta de un número infinito de perros, pasará frente a él, jadeante, con las bocas abiertas, aunque ningún aullido salga de sus fauces inflamadas.
Pero el diablo le hizo pensar en el riesgo que corría de ser tomado por un hombre ordinario, un santo, un Bonifacio, un Pantaleón. Turbó aquella melodía de amor con un aullido al que se unieron las mil voces del inferno.
¡Tomá, vagamundo, pa que aprendás!... -y la soga crujió en mis carnes. Un grito como
aullido de animal resonó en la pieza: era Frutos que entraba. -¡Mi Amito!
Tomás Carrasquilla
No creo que haya nada más profundamente lúgubre que un
aullido de perro rabioso a esa hora. Subía tras él la voz desesperada de mamá.
Horacio Quiroga
—Nada: quería entrar. —¡Oh!... De nuevo, y esta vez detrás del cuarto de mamá, el fatídico
aullido explotó. —¡Federico! ¡Está rabioso!
Horacio Quiroga
Rumor de poca importancia en la escena lamentable, mas de tan mágico efecto, y de un influjo tan grande en la vieja que asomaba el rostro y luz a la calle, que, cual si oyera el silbido de venenosa ceraste, o crujir las negras alas del precipitado arcángel, grita en espantoso
aullido, «¡Virgen de los Reyes, valme!» Suelta el candil, que en las piedras se apaga y aceite esparce, y cerrando la ventana de un golpe, que la deshace, bajo su mísero lecho corre a tientas a ocultarse, tan acongojada y yerta, que apenas sus pulsos laten.
Ángel de Saavedra
El rechinar de ventanas y puertas, el aullido del viento dentro de las chimeneas, el aparente temblor de la casa misma que me cobijaba y el prodigioso tumulto del mar eran más tremendos que por la mañana.
No podía ver a mi tía sin meterse debajo de una silla, rechinando los dientes y gruñendo sin descanso. De vez en cuando dejaba oír un aullido lamentable, como si le pusiera verdaderamente nervioso.
Cuando aprenda un idioma no creado para la grey humana, que tiene, para hablar, artificiosos idiomas de paupérrimas palabras, y no percibe músicas mejores que el resbalar de las corrientes aguas, el rebullir de mañaneras brisas, el arrullar de las palomas cándidas, y el dulce son de los canoros pájaros, y el hojear de la alameda gárrula, ni músicas más hórridas describe que el fiero
aullido de la loba escuálida, la carcajada del siniestro cárabo, los alaridos de la hiena flaca, el silbo horrible de falaz serpiente y el grito ronco de feroz borrasca...
José María Gabriel y Galán
El ciego se desplomó sobre sus piernas, y echando hacia atrás la cabeza al tiempo que giraba sus ojos verdosos y sacaba la lengua, se frotaba el estómago con las dos manos, mientras que daba una especie de aullido sordo, como un perro hambriento.