Curiosamente, Kowloon era famosa también por la cantidad de dentistas que allí desarrollaban su actividad, de forma inimaginablemente antihigiénica.
Curiosamente, Kowloon era famosa también por la cantidad de dentistas que allí desarrollan su actividad, de forma inimaginablemente antihigiénica, debido ello a que allí podían ejercer sin titulación alguna y sus precios eran asequibles para la fuerte demanda de Hong Kong.
Al ceder a cualquier práctica antihigiénica dificultamos la tarea de discernir entre el bien y el mal, y nos inhabilitamos para resistir el mal.-MC 90 (1905).