Caldillo de perro: Es un caldo a base de pescadilla, ajo y cebolla, al cual se le rocía el zumo de naranja agria. Ortiguillas: Es un plato que consta de un tipo de anémonas enharinadas y fritas.
Y la linda aldea que se alzaba entre la fronda de los vergeles tornose a mis ojos el campamento de terrible memoria; y las rojas anémonas de la campiña, gotas de sangre; y las ondulaciones del terreno, sepulturas.
Puedes ir en mi relato a los campos en flor de Niza, al tapete verde de Montecarlo o a un bosque de Pierre Loti con gheisas y guerreros, lotos, anémonas y crisantemos.
Cantaba sobre los hijos del Mar que llevan sus rebaños de gruta en gruta, cargando los ternerillos al hombro; cantaba acerca de los tritones, que tienen largas barbas verdes y pechos velludos, y hacen sonar sus retorcidas caracolas cuando pasa el Rey; cantaba sobre el palacio del Rey que es todo de ámbar, y su techo es de claras esmeraldas, y el pavimento está formado de resplandecientes perlas; y cantaba sobre los jardines del Mar, donde los grandes abanicos de coral se balancean todo el día, y los peces nadan alrededor como pájaros de plata, y las anémonas se cogen a las rocas y en la arena amarilla florecen con grandes corolas rojas.
La emperatriz había ofrecido sus anémonas a un esclavo y su angosta desnudez a un oficial de honor, niño, rosado, de carnes fláccidas y de mirada celeste y el joven infante la poseyó sobre el lecho de pieles blancas.
Aramis el noble, gentil bastonero, Le pide su cetro magnífico a Ulises; (Adornan la sala lujosas cariátides, Regios artesones y un áureo florero En el que hay hortensias,
anémonas, lises, Adelfas, orquídeas, lotos y clemátides) Y ordena la danza.
Julio Herrera y Reissig
El sol, a la hora máxima, anunció el día y el sitio del palacio sólo había una enorme mancha roja de sangre profanando la blancura de las pieles y ahogando las anémonas y los crisantemos...
Duende de Quevedo y duende de Cervantes, con verdes
anémonas de fósforo el uno, y flores de yeso de Ruidera el otro, coronan el retablo del duende de España.
Federico García Lorca
Para provocar el sueño del niño intervienen varios factores importantes si contamos, naturalmente, con el beneplácito de las hadas. Las hadas son las que traen las
anémonas y las temperaturas.
Federico García Lorca
A la vez que sede de una próspera industria de la langosta, Tavolara atrae ahora a los buzos que vienen a ver los corales, esponjas, anémonas de mar, delfines mulares (Tursiops truncatus), e incluso algunos especímenes de «Pinna nobilis», la rara almeja gigante cuyas fibras de biso fueron anteriormente utilizadas en la fabricación de sedas marinas para las prendas reales.
La vida marina de la zona se ha desarrollado en los alrededores de los arrecifes de coral, destacando las tortugas marinas, los delfines, los tiburones, las rayas y las anémonas.
Pertenecen a los denominados peces payaso, o peces anémona, y viven en una relación mutualista con anémonas Entacmaea quadricolor, Heteractis aurora, Heteractis crispa, Heteractis magnifica, Stichodactyla haddoni, y Stichodactyla mertensii.