-Pues ahora veredes, y que todo turbio corra, que la justicia está antes que los cánones y las súmulas -dijo
amoscado el alcalde.
Ricardo Palma
El andaluz rasgueaba lindamente la guitarra y cantaba: ::«La prima del cura ::de Chuchurumbel, ::por no hacer dos camas, ::se acuesta con él».
Amoscado un día fray Nepomuceno por ciertas palabrillas un si es no es irreligiosas que se le escaparon al cantinero, levantose de la silla y dijo: -Pepete, hombre, tú vas a tener mal fin si no sientas la cabeza.
Ricardo Palma
-Para una cuadra que distamos de aquí al palacio arzobispal, es ya mucha la tardanza -dijo, al fin,
amoscado uno de los comerciantes.
Ricardo Palma
-insistió escandalizado el llanero. -¿Hablo latín? -repuso
amoscado su señoría-. Sí, señor, métase a ladrón, que es un oficio como otro cualquiera.
Ricardo Palma
-¿Y me hace usted, señor mío -preguntó algo
amoscado el jovencito,- el favor de decirme quién es para creerse autorizado a dar consejo que no se lo ha pedido?
Ricardo Palma
-¡Hombre, que has de estar siempre con la misma canción! -exclamaba el rey, amoscado con el presidente del Consejo de ministros, que por centésima vez le repetía aquello.
-exclamó el capitán tuerto, agregando un poco de agua a su vaso de brandy. -Usted puede creerlo o no, como le plazca -dijo el tabernero, algo amoscado-.
Acabo de analizar el agua de una botella y yo no he encontrado en ella nada de particular. Se echó don Bruno a reír... El boticario
amoscado no sabía qué decir... –Yo soy un médico honrado y no me gusta mentir.
Vital Aza
¡Recórcholis! -contestó
amoscado el albañil.- Aunque se queje al Padre Santo de Roma, a borrar soy venido y borro. ¡Manos a la obra, muchachos!
Ricardo Palma
Y para demostrar su fuerza, en menos de un segundo dió dos o tres coletazos, con la aviesa intención de pillar desprevenido al esparrelló, y con tanto empuje, que si lo alcanza lo revienta. Pero el granuja se echó a un lado oportunamente,
amoscado por tan villanas caricias.
Vicente Blasco Ibáñez
Hágase a un lado el viejo irreverente y no falte al respeto a un ministro del Señor -contestó
amoscado el fraile, poniendo también mano sobre el objeto del litigio.
Ricardo Palma
-Sí, Señor. Dale a mi patria buen gobierno. Aquí,
amoscado el buen Dios, la volvió la espalda diciendo: -¡Rosita! ¡Rosita! ¿Quieres irte a freír buñuelos?
Ricardo Palma