ORONGUINOS Ni después del 15 de Junio ni antes del 15 de Julio se en- cuentra en Lima, ni para un remedio, á un solo coronjuino Los sirvientes de hotel, los heladeros ambulantes y los peo- nes que la Municipalidad contrata para enlozar y empedrar las calles de la capital, son, con rarísimas excepciones, hijos todos de la que hoy es ciudad y que, hasta 1888, se conoció con el nombre de villa de San Pedro de Corongos, cabeza de la provincia de Pallasca.
De diez años andaba Metastasio improvisando por las calles de Roma; y Goldoni, que era muy revoltoso, compuso a los ocho su primera comedia. Muchas veces se escapó Goldoni de la escuela para irse detrás de los cómicos
ambulantes.
José Martí
En cuanto a la leche, ya sabréis el refrán: «La de abril para mí; la de mayo para su amo; la de junio para ninguno.» Otrosí: en mayo se comienza a engordar los cerdos (bien que no a cebarlos todavía...) ¡Los cerdos, esas despensas
ambulantes!
Pedro Antonio de Alarcón
Para eso necesitamos cerebros que piensen, no autómatas que hablen y gesticulen; gentes vivas, no cadáveres ambulantes; prosélitos de buena fe, no tránsfugas corrompidos con la herencia y el mal ejemplo; en una palabra, juventud de jóvenes, no de hombres con 25 años en la fe de bautismo y siglo y medio en el corazón.
La frecuencia y la impunidad de delitos atroces que infestaban los campos y a la capital misma, le hizo ocurrir al congreso de plenipotenciarios, indicándole como providencia temporal, el establecimiento de comisiones fijas o ambulantes, autorizadas para la sumaria sustanciación de las causas y la inmediata ejecución de las sentencias en esta especie de crímenes.
Ora canta una borrachita decepcionada sus ¡cómo sufro!; ora suena un cilindro; ora repiquetea la marimba su guapachosa tropiquera frente a las fondas cercanas; ora se escucha el escandaloso de un automóvil pasado de moda; ora ladran los perros; ora maúllan los gatos; ora gritan los niños; ora aúllan los vendedores
ambulantes sus mercancías, ora martillean en la plomería; ora se escuchan mil radios en distintas estaciones al máximo volumen, como en competencia; ora dos mujeres se madrean en la cola de las tortillas; ora se oye la súplica de un teporocho; ora se mezclan todos los ruidos armónicamente y...
Antonio Domínguez Hidalgo
ueva York, mayo de 1884 "¿Pero cómo establecería usted ese sistema de maestros ambulantes de que en libro alguno de educación hemos visto menciones, y usted aconseja en uno de los números de La América, del año pasado que tengo a la vista?" –Esto se sirve preguntarnos un entusiasta caballero de Santo Domingo.
A los ocho tocaba Paganini en el violín una sonata suya. El padre de Rossini tocaba el trombón en una compañía de cómicos
ambulantes, en que la madre iba de cantatriz.
José Martí
Algo más. Casas había en que para saber la hora no se consultaba reloj, sino el pregón de los vendedores
ambulantes. Lima ha ganado en civilización; pero se ha despoetizado, y día por día pierde todo lo que de original y típico hubo en sus costumbres.
Ricardo Palma
Concluía el segundo tercio del pasado siglo, y eran muy populares en Lima dos mercachifles o buhoneros
ambulantes, mozos que frisaban en los veinte eneros.
Ricardo Palma
F., respectivamente; 2 escuelas pre - vocacionales en el Distrito Federal, 1 en Durango y otra en Teziutlán, Pue.; la Academia Comercial número 5 en Ciudad Juárez, Chih.; 315 bibliotecas en centros obreros y campesinos; 6 bibliotecas ambulantes y 5 semi - fijas.
Después de esa hora, era el sereno del barrio quien reemplazaba a los relojes
ambulantes, cantando, entre piteo y piteo: «¡Ave María Purísima!
Ricardo Palma