Usted mismo ironiza en su carta refiriéndose al «jirón de la filosofía alemana» de que alardea el señor Proudhon en esta obra informe y presuntuosa, pero usted supone que el veneno de la filosofía no ha afectado a sus investigaciones económicas.
Como el caballo de dura boca despeña en el precipicio al caballero impotente para sujetarle con los frenos cubiertos de espuma; como un viento repentino rechaza el barquichuelo que próximo a tierra iba a tomar el abrigo del puerto, así me arrastra con frecuencia el soplo incierto de Cupido, y el Amor de purpúreo rostro vuelve a lanzarme los dardos que ya conozco. Hiere, niño, te ofrezco mi cuerpo desnudo y sin armas; alardea de tus fuerzas y la habilidad de tu diestra.
El Presidente López Portillo alardea de haber contribuido con cientos de millones de dólares para ayudar a Nicaragua comunista y su gobierno rehusa responder, cuando se le pregunta si México ha proporcionado a los sandinistas abastecimiento de petróleo gratis durante los últimos dos años.
Se procura por medios fraudulentos una butaca para el estreno de una de mis obras, y trama un plan para int errumpir la representación, hacer un sucio discurso sobre mí ante el público, insultar a mis actores, arrojarme proyectiles ofensivos o indecentes cuando salga a saludar al final, arruinarme totalmente de alguna manera asquerosa a través de mi trabajo. Por puro azar, en la sinceridad breve y accidental de una ebriedad mayor de lo habitual, alardea de su intención públicamente.
Llámala rechoncha si está llena de carnes; si es morena, califícala de negra, y puedes notar de flaca a la que alardea de su esbeltez; si no te ofenden sus toscas maneras, tenla por desvergonzada, y si aparece modesta, despréciala por insípida.
Y cuenta que, generalmente, en esos puntos de reunión donde la gente, tratándose con la mayor confianza, se conoce a medias y es de rigor la pose, cada cual hace la rueda del pavo lo más posible; cada cual
alardea de arrogancia, valor, acierto en las profecías, fortunas con las mujeres, lances en los viajes, tino en los negocios y amistad estrecha con personajes a quienes ni ha saludado.
Emilia Pardo Bazán
Justo en el momento en que Hyman alardea de las dotes de su hijo Herschel con sus colegas, un rabino interviene en el acto de Herschel rociándole agua en la cara, removiendo el maquillaje del joven Krusty e incidentalmente revelando la identidad del payaso.
Sin embargo también demuestra astucia y prudencia, dando la impresión de que tras tanta conversación esconde designios de los que no alardea.
Se convirtió en una de las mejores campañas publicitarias que salieron de Madison Avenue, mostrando estilo y arrogancia; uno de los eslógans publicitarios fue "si tu puedes — ¡Alardea de ello!" Aunque la dirección la consideró una campaña muy exitosa, los pasajeros frecuentes de Braniff estaban furisos por la grandilocuencia y la percepción de tratarse de una "broma de muy mal gusto", provocando que muchos directivos tuviesen que abandonar Braniff.
La obra, que se avanza enormemente a su tiempo, no deja de ser una crítica de la hipocresía e ignorancia de una sociedad materialista que alardea de su apertura cuando en realidad es racista, hostil y cerrada.
Story: Riho Sawaki Illustrations: Yuzu Tsutae Manufacturer: Platinum Label Released: 2001/05/25 Después de pasar un tiempo en la casa de Shinichirou y Nanami, Sora y Sunao se topan con un misterioso bandido conocido solo por el número 416, quien alardea sobre robar la posesión más valiosa de Sora.
Hazael (o más precisamente, el rey sin nombre) alardea de sus victorias sobre el rey de Israel y su aliado el rey de la "Casa de David" (bytdwd), la primera vez que el nombre David ha sido encontrado fuera de la Biblia.