Por otro lado, otros críticos como Sebastián Nuñez de Leercine, indican que lejos de un universo New Age sería más bien del tipo adánico o arcaico con referencias a relatos de civilizaciones primitivas.
Por eso, para el estudio de la personalidad de una persona, hay que discernir si le corresponde el esquema derivado del VII (Hombre adánico) o del XIII (un antropoide).
En los tiempos post-Nuevo Testamento, el símbolo adánico demostró una figura valiosa para Clemente de Alejandría, Orígenes (m. 254), Atanasio de Alejandría (c.
Además, es poco plausible argumentar que un simple modelo adánico hace justicia al lenguaje de que «la plenitud de la Deidad» habita en Cristo (; cf.).
De forma aislada, este versículo podría tomarse solamente en un sentido adánico como una referencia a Cristo como el primer ser creado, el ser humano arquetípico que visiblemente refleja a Dios, el Creador invisible.
Si se acepta el círculo más amplio de referencias a Adán o se limita a sí mismo a las claras referencias en y, el Nuevo Testamento usa el lenguaje adánico para expresar el ser de Jesús y, más aún, su labor y meta.
Posteriormente, Newton se disculpó retractándose de su “error adánico” y retiró sus publicaciones para volver a plantearse lo que había dicho.
En todo caso, se trata, ciertamente, de un texto adánico con expresas influencias del movimiento surrealista, y especialmente del poeta venezolano Rafael José Muñoz, a quien dedica, por cierto, uno de los textos más delirantes.