Con ellos, el alumnado tomará conciencia del proceso de sus aprendizajes y le permitirá descubrir las múltiples estrategias posibles para construir sus saberes y mostrar las evidencias de los mismos. De este modo irá acrecentando sus capacidades, o competencias, tanto cognitivas como procedimentales.
Conmemorar el centenario de su muerte es evocar los valores que defendió en vida, reflexionar colectivamente sobre sus luchas y extraer de ellas el vigor necesario para continuar perfeccionando las instituciones y acrecentando nuestra autonomía.
El retiro de depósitos bancarios con su efecto consiguiente de disminución del crédito, fue con oportunidad contrarrestado por el Banco de México, que acudió en apoyo de las instituciones privadas ampliando sus líneas de crédito y modificando excepcionalmente las reglas de operación del Banco para permitir el fomento de la producción, acrecentando el crédito comercial y el de avío en todos los casos que ofrecían las garantías necesarias.
Sirvieron profusamente los más gustosos manjares, con danzas y con cantares acrecentando el placer: y encomiándole lo mucho que el de don Luis le interesa, los honores de la mesa le iba haciendo el mercader.
En Lepanto las naves españolas figuraron en primer término; un excelso príncipe español mandó en jefe la Escuadra católica; allí se distinguió, como siempre, acrecentando su gloria, el famoso don Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz; y allí, en una de las galeras vencedoras, de las que más levantaron el nombre español, perdió la mano izquierda un oscuro soldado de ninguna importancia; pero este oscuro soldado de ninguna importancia era Miguel de Cervantes, a quien el Cielo conservó la mano derecha para que, manejando con ella, en vez de la espada la pluma, eternizara la lengua española, escribiendo un libro gigante, que es nuestra primera gloria literaria, y que vivirá cuanto viva el mundo.
ETERNO Envuelto en mi corazón nacido ha un suspiro inquieto aguardando entre mutismos su fuga de ensoñaciones... Y al reencarnarse en deseos que transitan en mis ruinas va
acrecentando los días con el pregón de su anhelo.
Antonio Domínguez Hidalgo
Estos oficios de corregidores son la escuela primera del gobierno; oficios en otro tiempo estimados mucho, y puestos ocupados de los señores más honrados y personas de mayores prendas hasta que la ambición lo ha alterado desestimando estos lugares por la codicia de los mayores, queriendo empezar por donde debieran estar contentos de acabar; y siendo muy pocos los que hay de la línea superior, como son los virreinatos, todos los pretenden, y si fuera posible reducillos a la escuela de los corregimientos para irlos desde allí acrecentando, fuera conveniencia grande para el servicio de V.
De los trabajos de la segunda guerra púnica, en que gastaron las fuerzas de una y otra parte Y viniendo a tratar de la segunda guerra púnica, sería largo de contar el estrago que estos dos pueblos se hicieron mutuamente con tantas guerras como en tantas partes entre sí sostuvieron, de modo que, en sentir aún de los que tomaron de propósito a su cargo no tanto de referir las guerras romanas como el elogiar al Imperio romano, más representación tuvo de vencido el que venció, porque levantando Aníbal formidables ejércitos en España y pasando los montes Pirineos, atravesando y corriendo Francia, rompiendo los Alpes, acrecentando sus fuerzas con tanto rodeo...
Serán varios; para más de uno hay sitio; y como reyes que son y vecinos, entre sí pelean a veces; otras, se ponen de acuerdo acrecentando de cualquier modo sus riquezas y sus dominios, y siempre a expensas de los súbditos, como verdaderos reyes que son.
Supongamos que el uno de éstos es pobre y el otro muy rico; pero este contristado con temores, consumido de melancolía, abrazado de codicia, nunca seguro, siempre inquieto, batallando con perpetuas contiendas y enemistades, que con estas miserias va acrecentando sobremanera su patrimonio, y con tales incrementos va acumulando también grandísimos cuidados; y el de mediana hacienda, contento con su corto caudal, acomodado a sus facultades, muy querido de sus deudos, vecinos confidentes y amigos, gozando de una paz dulce, piadoso en la religión, de corazón benigno, de cuerpo sano, ordenado en la vida, honesto en las costumbres y seguro en conciencia, No sé si pueda haber alguno tan necio que se atreva a poner en duda sobre a cuál de éstos, haya de preferir.
Así paso la vida,
acrecentando materia de dolor, a mis sentidos, como si la que tengo no bastase, los cuales para todo están perdidos sino para mostrarme a mí cuál ando.
Garcilaso de la Vega
VII Y en hallándome cautivo y alegre de tal prisión, ni me fue el placer esquivo ni el pensar me dio motivo de sentir mi perdición; antes fui
acrecentando las fuerzas de mis prisiones y mis pasos acortando, sintiendo, yendo, mirando vuestras obras y razones.
Jorge Manrique