Su proyecto fue aprobado en 1876 e incluía una plaza elíptica como centro (Plaza Federico Moyúa), atravesada por una gran avenida de 30 metros de anchura y varias calles de menor tamaño. Al igual que Cerdá proponían manzanas achaflanadas.
Protagonizan cuatro personajes clásicos ligados a las artes, definidos por marcos pintados con formas achaflanadas en la base, en la que llevan cartelas y formas semicirculares en la parte superior, ésta queda flanqueada por figuras aladas que a modo de ménsulas sustentan una cornisa sobre la que se hallan dos pájaros portando un centro de flores.
El Ensanche de Pamplona, no se construyó en la misma época que otras muchas ciudades españolas, pues se comenzó a construir en los años 20 y se concluyó en los años 50. De todos modos, estaba inspirado en el Plan Cerdá: está compuesto por manzanas octogonales achaflanadas.
En 1863 se construyeron los primeros bloques de pisos en las manzanas achaflanadas, aún con el rechazo de numerosos estamentos de la ciudad.
Las torres presentan una planta cilíndrica hacia el exterior de la ciudad y están achaflanadas o aplanadas hacia el interior de la muralla, al contrario que las Torres de Serranos que son poligonales.
Posee una sola nave dividida en cinco tramos por cuatro grandes arcos transversales, apuntados y doblados con aristas achaflanadas, que arrancan de pilares.
Palacio de Garci Grande (s. XVI): portada renacentista y ventanas achaflanadas en la esquina únicas en la ciudad. Sede de la Caja de Ahorros (Caja Duero).
Las esquinas se presentan achaflanadas y, flanqueando los arcos, lleva pilastras que rematan en cornisa de piedra sobre un entablamento esbozado por una moldura continua abocelada.
El elemento más notable de esta planta es una triple arcada de medio punto con intradós achaflanado, que apea sobre pilares rectangulares de aristas también achaflanadas con molduras a modo de capiteles.
Edificio de especial interés que data de 1926 con planta rectangular y esquinas achaflanadas, al que se accede a través de seis puertas.
La fábrica del puente es de sillares regulares, de tamaño medio, bien labrados y de color homogéneo, de piedra fosilífera. El pretil, que carece de molduras y presenta sus aristas achaflanadas, recorre perimetralmente, ambos lados de la calzada.
Sobre él, descentrado con respecto al eje de la puerta, hay un grandioso ventanal ajimezado que, en funciones de rosetón, iluminaba el primer tramo de templo. Su arco apuntado con aristas achaflanadas, cobija dos arquillos también achaflanados que rodean sendos vanos.