«
Tumba y
túmulo llevan en sí la idea de elevación, pero el
túmulo es más alto que la
tumba. Esta es propiamente la losa que cubre el hoyo que encierra los huesos, o que contiene la ceniza de los muertos. En su origen sirvió para que se grabasen en ella las inscripciones, epitafios o los símbolos de la dignidad, profesión, edad, etc. del difunto. Así, en rigor la
tumba es la piedra sepulcral, pero después se ha tomado por un
sepulcro de piedra. El
túmulo es una especie de edificio u obra de arte erigido en honor de los muertos para consagrar e ilustrar su memoria (...).
Sepulcro y
sepultura se distinguen de
tumba y de
túmulo por la idea contraria a la de elevación. La
sepultura es el lugar en que los cuerpos muertos están encerrados en tierra. el
sepulcro es un lugar en que están encerrados también, pero más hondamente, en un hoyo profundo (...). La
sepultura conserva siempre su carácter religioso, que no necesita el
sepulcro.»
Nicasio Álvarez de Cienfuegos