Al escuchar el ruido de los grifos de cobre sellados contra el muro y destinados al riego cotidiano de aquellos restos mortales, oí el rodar de un coche de caballos.
o desprecio con que sistemáticamente se abstenía de llevar la contraria a su ilustre primo, cruzó los brazos a lo filósofo, clavó la vista en el techo de la alcoba, y se puso a silbar el himno de
Riego.
Pedro Antonio de Alarcón
Un técnico cuyo nombre disculpen no recuerdo por el momento, sostuvo en la instalación de la comisión referida que el Distrito Federal está enviando aguas sin el tratamiento adecuado al estado de Hidalgo y al río Pánuco, con las potenciales terribles consecuencias que esto significa para la salud de millones de personas, porque esas aguas se usan para riego de cereales, hortalizas y frutales.
Si se quemaran los discursos y los libros compuestos en ese medio siglo y fueran sustituidos por las biografías de sus autores, saldríamos ganando ciento por uno. Riego y Narváez, por ejemplo, son, como pensadores, ¡la verdad!, un par de desventuras; pero son como seres vivos dos altas llamaradas de esfuerzo.
Allí a su riego crecían, en ricos jarrones chinos, los claveles purpurinos que el Cairo tan sólo da, y el tulipán soberano que Estambul adora y cría, y la flor que a Alejandría siempre el Asia envidiará.
Básica es, por tanto, para la vida y el desarrollo del país, la producción del campo que se ha visto limitada secularmente, por la escasez de los recursos hidráulicos y que ha hecho que los gobiernos revolucionarios atiendan, con gran esmero y ejemplar continuidad, la construcción de obras de almacenamiento hidráulico, para aprovecharlas en sistemas de riego, cada vez más amplios y poner bajo cultivo, sexenio a sexenio, considerable número de hectáreas en que la agricultura se realiza con menores riesgos y mejores técnicas, contribuyendo al mayor bienestar de los campesinos y a la mayor producción agrícola.
Pero si este recurso no fuere sufiente para resolver satisfactoriamente las necesidades locales señaladas, queda aún el recurso al poder público de poder disponer de las grandes reservas de tierras fértiles, fácilmente cultivables, a las que sólo sería menester hacerles algunas obras de transformación y de saneamiento, dotándolas a la vez del crédito refaccionario suficiente para despertar en las clases rurales el necesario impulso de colonizarlas; el éxito alcanzado en varios de los sistemas de riego ya existentes y la demanda de terrenos irrigables, son prueba elocuente de la facilidad con que puede nuestra población campesina desplazarse de sus lugares de nacimiento hacia las zonas más fértiles y mejor colocadas para su cultivo.
ARTICULO 7o.- El monto a pagar por cada contribuyente se determinará de la siguiente manera: I.- Tratándose de obras hidroagrícolas, incluyendo inversiones para mejorar, rehabilitar, tecnificar y modernizar los distritos o unidades de riego o los sistemas de riego, el monto anual de contribución obtenido en el artículo anterior, se dividirá entre el total de hectáreas del proyecto y el cociente obtenido se multiplicará por el número de hectáreas de riego asignadas a cada usuario y el resultado será el monto de la contribución a cargo de cada contribuyente.
El Banco Nacional de Crédito Agrícola ha tenido a su cargo una misión trascendente, pues al recibir en fideicomiso del Gobierno Federal la administración de los sistemas de las tierras de riego, se ha dedicado a mejorar su funcionamiento, ajustándolo a las tendencias de la política agraria.
$ 500,000.00 Fideicomisos y Fondos de Administración $ 5.020,888.12 Inversiones en el Ingenio "Emiliano Zapata" $ 14.429,803.44 Construcción de Ferrocarriles $ 69.675,610.02 Construcción de Carreteras $ 68.700,704.54 Empréstitos de Bonos de Caminos $ 83.100,000.00 Sistemas de riego $ 93.210...
"Aguas.- La Secretaría ha desarrollado las funciones que en materia de aguas le competen y, como modalidades nuevas introducidas con un propósito de mejoramiento colectivo, debe mencionarse la Procuraduría de Aguas que asesora y representa gratuitamente a los campesinos para obtener la concesión de aguas de propiedad nacional, habiéndose reformado también algunos reglamentos en el sentido de otorgar permisos provisionales de aguas destinadas al riego de pequeñas extensiones de tierras o para abrevaderos de ganado.
El mismo fenómeno se observa en las demás actividades del progreso, ya se trate de grandes obras o de aquellas de simple mejoramiento, pues constantemente se reciben instancias de grupos para que se electrifiquen numerosas caídas de agua que están desaprovechadas y muchas de las cuales ni siquiera han sido catalogadas; se solicitan igualmente elementos y ayuda oficiales para captar importantes, medianas y pequeñas corrientes fluviales, pues los trabajadores del campo, con una intuitiva apreciación de su importancia, anhelan dedicar esas aguas a las actividades del riego de la tierra que intensifique una agricultura hasta ahora precaria.