Pero el pleito más intricado y el caso más difícil que yo vi en el infierno fue el que propuso una mujer condenada con otras muchas, por malas, enfrente de unos ladrones, la cual decía: -Decidnos, señor, ¿cómo ha de ser esto de dar y recebir, si los ladrones se condenan por tomar lo ajeno y la mujer por dar lo suyo? Aquí de Dios, que el ser
puta es ser justicia, si es justicia dar a cada uno lo suyo; pues lo hacemos así, ¿de qué nos culpan?
Francisco de Quevedo
Advierte que hablará de impiedades, y habla de un hombre que quiere que la puta, mientras lo masturba, profiera espantosas blasfemias; él a su vez, las dice horribles.
Otros hubo que dijeron: Esta
puta vieja sin duda debe de ser bruja, y debe de estar untada; que nunca los santos hacen tan deshonestos arrobos, y hasta ahora, entre los que la conocemos, más fama tiene de bruja que de santa .
Miguel de Cervantes Saavedra
Da por el trasero a un perro al que cortan la cabeza mientras él eyacula. 43. Obliga a una puta a masturbar a un asno ante él, y le joden durante el espectáculo. 44.
El señor Dupont, tal era el nombre de nuestro financiero, era tan exigente en la elección de las muchachas como en sus gustos, no quería de ninguna manera que la muchacha fuera una puta, excepto en los casos obligados, como he dicho; era necesario que fuesen obreras, empleadas de tiendas, sobre todo de modas.
En sólo dos horas de conversación estaba seguro de convertir en una puta a la niña más sensata y razonable, y desde hacía treinta años que ejercía este oficio en París, había confesado a la señora Guérin, una de sus mejores amigas, que tenía en su catálogo más de diez mil muchachitas seducidas y arrojadas por él al libertinaje.
Advirtiendo al fin que no se salía con la suya, dijo lanzándose casi furiosamente, sobre mi hermana. —Y bien, puta, satisfáceme pues una vez más por lo menos, antes que me vaya.
—Cierto es que detesto la progenitura —dijo el presidente—, y que cuando la bestia está repleta me inspira una furiosa repugnancia; mas pensar que maté a mi mujer por eso, podría engañarte; has de saber, puta, que no necesito ningún motivo para matar a una mujer, y sobre todo una vaca como tú, a la que te impediría que parieras tu ternero si me pertenecieses.
El hombre a quien iba destinada esta nueva heroína, llegó pronto; se trataba de un importante financiero, bastante guapo, cuya singularidad, puesto que se le destinaba una puta que seguramente nadie más hubiera querido, cuya singularidad, digo, despertó en mí el deseo de ir a observarlos.
La baja, desnuda, dentro de un pozo muy profundo y la amenaza con llenarlo de piedras; arroja algunos puñados de tierra para asustarla y eyacula en el pozo, sobre la cabeza de la puta.
Al despertar y ver cuánto ha soñado, sale de su aposento como flecha, donde a la puta y al falaz cuñado dejó con los lacayos sin sospecha; mas cuando a nadie halla, y ve que hurtado ha sido cuanto suyo es, sospecha; y más cuando en lugar de su armamento, ve aquel de su cuñado fraudulento.
Viene la otra pobre casada o doncella a descubrir más de lo que fuera menester su natural inclinación de ser puta, tiene celo de ello el galán y causa cuidado al marido y por dar a entender que conocen la fragilidad y imperfección del sujeto, dicen: "de res que se mea el rabo, no hay que fiar".