Diez de Mayo, luna menguante, tiempo otoñal precioso, una mañana fresca, sin viento; un sol que calienta sin quemar, y, tendida por todo el campo, una alfombra de terciopelo verde, nuevita, flamante.
e pides que explique por qué siento miedo de la corriente de aire frío; por qué tiemblo más que otros cuando entro en un cuarto frío, y parezco asqueado y repelido cuando el escalofrío del atardecer avanza a través de un suave día otoñal.
Pero no había que pensar en ello, y se daba por satisfecho contemplándolo desde el ojo de la cerradura. Y allí seguía, en el frío rellano, cuando ya el viento
otoñal se filtraba por los tragaluces, y el frío iba arreciando.
Hans Christian Andersen
La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una
otoñal impresión de palacio encantado.
Horacio Quiroga
Y cinco años eran transcurridos -repetimos- durante cuyos cinco años jamás había despegado sus labios el señor Pedro refiriéndose a la Topacio para nada que no fuese entonar un himno en su honor, cuando un día, día otoñal, fresco y luminoso, en que parecía reír el cielo azul, el espacio límpido y sereno, el sol ardiente y vivificador; en que alegres bandurrios de mozas y mozos cargados con los cestos de la merienda y la indispensable guitarra, acomodábanse acá y acullá en las desigualdades de los montes o en las hondonadas de los arroyos, para alegrar la vida con algunas horas de solaz y de esparcimiento, sentáronse ambos amigos al pie de uno de los árboles que sombrean la Carrera de Capuchinos, y -¿Qué tiées, que estás triste?
El sol, un sol otoñal, iluminaba espléndidamente la escena, el reducido patio invadido casi del todo por el lebrillo de lavar, por una higuera despojada de pámpanos y frutos y convertida en tendedero, y por la orza de la lejía, en que uno de los dos rapaces hundía los desnudos brazos, mientras su compañero impacientaba a una gata de morisca piel que sufría pacientemente sus infantiles travesuras.
Las circunstancias habían reunido en él elementos de ventura y de esta satisfacción que da la posición bien sentada y el porvenir asegurado. Se agradaban lo suficiente para que sus horas conyugales fuesen de amor sabroso y sazón de azúcar, como fruto
otoñal.
Emilia Pardo Bazán
Al anochecer, tras haber estado recluído en mi habitación la mayor parte de la tarde, me fui al jardín a dar una vuelta. El día estaba nublado, con una esencia otoñal en el cálido, inmóvil aire.
Entre la niebla De las ásperas cumbres hiperbóreas, Y este radiante sol que a nuestros campos El don prodiga de la rubia Ceres Y de Falerno el
otoñal racimo, ¿Quién las paces hará?
Marcelino Menéndez y Pelayo
Es un jinete; por la luz medio apagada del sol otoñal, se destaca en el cielo con líneas tan crudas, que parece una silueta de papel negro recortado, pegada sobre otro papel azul.
Un espléndido sol otoñal ponía sus áureas pinceladas en la riente perspectiva, en las doradas cúspides de los montes, en las floridas laderas, en las que acá y acullá blanqueaban los nevados caseríos; en los grandes macizos de verdores que festoneaban las márgenes del río, salpicados de rojas adelfas y de blanquísimos rosales.
—una mujer
otoñal estrujaba su mente mientras afanosa hacía delirar las llantas de su automóvil deportivo desde un sudorosamente aferrado volante.
Antonio Domínguez Hidalgo