te parecería bien administrada la ciudad, en la que la ley ordenase a cada ciudadano tejer y lavar sus ropas, hacer su calzado, su vendaje, sus frascos de perfumes y todo lo demás, de suerte que sin echar mano a lo que no le perteneciera, amoldase e hiciese por sí mismo todo lo que le fuese propio?
Desprendí al animal y lo arrojé por el balcón. Cuando comencé á lavar la cara á mi pobre amigo, vi que tenía un ojo reventado. Lo condujeron al hospital, y como quedó lisiado, lo separaron de la milicia.
Contestad, mexicanos; aún es hora de
lavar nuestros harapos para que brillen a la primera luz del Centenario del esfuerzo libertador de 1810.
Práxedis G. Guerrero
Volví a colocar las tablas con tanta habilidad, con tanta destreza, que ningún ojo humano –ni siquiera el suyo– hubiera sido capaz de percibir nada anormal. Nada había que
lavar, ninguna mancha, ningún rastro de sangre ni de nada.
Edgar Allan Poe
Para la señora Micaela no pasó inadvertida la generosa indicación del médico, y en cuanto llegó a la siguiente mañana el Chusquel, le preguntó: -¿Con qué está curando a Joseíto el Clavija? -Pos pa mí que le están curando con un emplasto de romero y vino endispués de lavar la jería con agua de malvaloca.
Cuando fueron, los jefes se regocijaron, a causa de sus hijas que iban. Al llegar al río comenzaron a lavar, se desnudaron, las dos, hicieron ruido, patullando ante las piedras.
Además, y sin perjuicio de los baños y de las duchas que debe haber en los campamentos, se proporcionará a los prisioneros de guerra agua y jabón en cantidad suficiente para el aseo corporal diario y para lavar la ropa; con esta finalidad, dispondrán de las instalaciones, de las facilidades y del tiempo necesarios.
Ítem, se ordena y manda que las dichas Carnicerías a donde se metiere la dicha Carne para pesar, se limpie cada día y tenga cuidado que no haya en él astillas, y se moje con agua y enjuaguen con sus paños limpios, y cada Sábado con agua caliente se haga lavar los pesos y balanzas a donde se ha de pesar la dicha carne, so la pena de ella.
La posesión que tiene de las matemáticas y los deseos de qué se extienda su estudio, le hacen emplear medios tan sabios para su enseñanza, por lo que toca a la parte náutica, que en el espacio de dos años, presenta jóvenes instruidos en los ramos que manifiesta el cuaderno de las proposiciones que tenéis en vuestras manos, y entre ellos algunos que ya saben levantar y lavar planos con la posible perfección, para el tiempo que han gastado, no obstante la escasez de medios e instrumentos para el efecto.
Dolores no había nacido para vivir y morir entre jarales, para tener que ir por leña al monte, para amasar el pan todos los días, para lavar en los arroyos, para varear los olivos, para en las vendimias pasarse el día cuesta arriba y cuesta abajo con el cuévano a la cabeza.
El patio presentaba un risueño golpe de vista con sus bien cuidados arriates, que la mano de Mariquita cuidábase de limpiar de hojas secas y de flores mustias, y que sus desvelos habían convertido en reducidos verjeles, en que imperaban las notas de rubíes de los geranios y las no menos purpurinas de los claveles de bengala; un a modo de tapiz de enredaderas vestía la parte más ruinosa del muro, donde ponían una nota de intensa poesía las azules campanillas; un carambuco lucía, en uno de los extremos, sus áureos botones, y en otro, un jazmín lucía sus flores perfumadas; en el centro del patio, y sobre el carcomido brocal del pozo, goteaba el cubo, pendiente de una garrucha, y junto al brocal, sobre un tenderete de pino, el enorme lebrillo de lavar...
Josefina, durante el día ayudaba a su madre, si no a lavar, porque no se lo permitían sus escasas fuerzas, a vigilar para que nadie se acercase a la ropa ni se perdiese alguna prenda arrebatada por el viento.