El obispo de Menorca se quejaba de que «los periodistas de Cádiz y de otras partes» tuvieran «las facultades para zaherir e infamar a obispos, autoridades y otras personas constituidas en alta dignidad, y éstas no la han de tener para defenderse y para revatirlos sic y confundirlos».
El lugar fue alterado en la antigüedad, y por tanto es difícil de interpretar: aunque pudo ser profanado para infamar la memoria de Ajenatón, también fue trastocado durante la construcción de la KV6, en tiempos de la dinastía XX.
¿Qué inclinación tan enemiga de los dioses y de los hombres es infamar las virtudes y con malignas razones desacreditar las cosas santas?
Vencido he ya con las utilidades de su muerte las amenazas de la mía. Más quiero que se acorte lo que me resta de vida, que es menos, que infamar lo que de mi vida ha pasado, que es más.