Tambien los asuntos domesticos y personates hallaban cabida en el Aviso; y buena prueba de cllo son las cuatro cartitas que voy a copiar, notables por su sabor clastco, a la vez que desvergonzado, y que originaron entre sus auto- res largo litigio, en el que gastaron muchos miles de mara- vedises, mas por el fuero que por el huevo — Dicen asi las cuatro cartitas cabeza de proceso: — Hanme dicho que estan en su poder cinco fanegas de trigo que son para mi.
–Si no... –Amenaza con perseguirme para comprometerme... –¡Desvergonzado!, ¡bandido! –No te exaltes. Y creo que lo mejor es quitámosle de enmedio buscándole una colocación cualquiera que le dé para vivir y que sea lo más lejos posible.
Durante su agitación, nuestras relaciones fueron suspendidas: 1) a causa de sus impertinentes fanfarronadas, unidas al más desvergonzado plagio de obras mías y de otros autores; 2) porque yo condené su táctica política; 3) porque aquí en Londres, le expliqué y demostré con todo detalle, antes de que iniciase su agitación, que era un absurdo creer que el « Estado prusiano » podía ejercer una acción socialista directa.
Pretendés que como un manso cabrito me pase la vida adorándote... Ella.- ¿Manso cabrito vos?... Buena pieza...,
desvergonzado hasta decir basta... El Tipo.
Roberto Arlt
Entre los muchos vicios de que abundaba Cayo César, era admirablemente notado en ser insigne en picar a todos con alguna nota, siendo él materia tan dispuesta para la risa; porque era tal su pálida fealdad, que daba indicios de locura, teniendo los torcidos ojos escondidos debajo de la arrugada frente, con grande deformidad de una cabeza calva destituida de cabellos, y una cerviz llena de cerdas, las piernas muy flacas, con mala hechura de pies; y con todas estas faltas sería proceder en infinito si quisiese contar las cosas en que fue desvergonzado para sus padres y abuelos y para todos estados; referiré sólo lo que fue causa de su muerte.
Seános, pues, de consuelo cuando nuestra mansedumbre dejare la venganza, que no faltará quien castigue al desvergonzado, soberbio e injurioso: vicios que no se ejercitan en solo uno ni en sola una afrenta.
Ya sabemos cómo debemos raciocinar, verbigracia: El señor Carnerero es un
desvergonzado; luego yo no he visto la calle de Richelieu.
Mariano José de Larra
esto; pero me ha ordenado le diga que si no le da V. los cuartos, mandará el alguacil. -¡Desvergonzado! ¡Con alguaciles a mí...! No oyó Rafaelito el resto de las exclamaciones, porque echó a correr.
Ante tamaños absurdos, la Cancillería brasilera declaró, que la acción tripartita se había inspirado en el más sano panamericanismo, y que era un desconocimiento desvergonzado del Perú admitir parcialidad o intenciones remotas a su llamamiento.
A la puerta estaba la Justicia espantosa y en la segunda entrada el Vicio
desvergonzado y soberbio, la Malicia ingrata e ignorante, la Incredulidad resoluta y ciega y la Inobediencia bestial y desbocada.
Francisco de Quevedo
¿Heme preciado de hereje y de mal reglado en todo y peor contento, porque me tengan por entendido? ¿Fui
desvergonzado por campear de valiente?
Francisco de Quevedo
Usted sabe que siempre es un mendigo; pero cuando hace eso es un mendigo desvergonzado. No sé si Steerforth iba a pegar a míster Mell, o si mister Mell iba a pegar a Steerforth, ni cuáles eran sus respectivas intenciones; pero de pronto vi que una rigidez mortal caía sobre la clase entera, como si se hubieran vuelto todos de piedra, y encontré a míster Creakle en medio de nosotros, con Tungay a su lado.