Ahora se despreocupaba totalmente del gobierno de su casa y la señora Bovary madre, cuando fue a pasar a Tostes una parte de la Cuaresma, se extrañó mucho de aquel cambio.
Los paucarcollanos habían sido siempre un tanto retrecheros para ir en los días de precepto a la misa del cura o al sermón de
cuaresma.
Ricardo Palma
El pobretón más cruel Que sin dinero se viere, Tendrá mosca, si se hiciere En el verano pastel; Pastelerito novel Que, sin murmurar excesos, Nos desentierras los huesos Y eres
Cuaresma en carnal.
Francisco de Quevedo
Así mismo, mientras vosotros y vuestros descendientes referidos vivieren, podréis comer los alimentos prohibidos en tiempo de
Cuaresma, y usar de ellos en cualesquiera tiempo y días del año.
Ricardo Palma
Fuera de esto podéis usar en la
Cuaresma, y demás días en que son prohibidos por derecho, de todos los lacticinios, como son huevos, queso, leche, manteca; y no solamente vosotros sino todos aquellos que fueren vuestros domésticos y familiares, y que sustentareis á vuestras espensas en vuestra mesa; lo cual podréis ejecutar sin escrúpulo de conciencia; y en dichos tiempos, cuando fuere congruo á vuestra salud, usaréis carnes prohibidas por derecho, así vosotros como todos los referidos.
Ricardo Palma
Tratamos de averiguar la causa, y después de mil ruegos, hasta del señor Obispo que le quería mucho, pudimos arrancarle estas palabras: -«Señores, tenemos comediantes en la ciudad»; palabras que hicieron en la tertulia una impresión desagradabilísima, porque faltaban diez y siete días para la cuaresma, y el pueblo, con la guerra y con las ideas locas que se iban apoderando de la gente, más que comedias necesitaba sermones.
Suave Patria, vendedora de chía: quiero raptarte en la
cuaresma opaca, sobre un garañon, y con matraca, y entre los tiros de la policía.
Ramón López Velarde
Allí nadie dejaba de oír misa el domingo, ni de cumplir con el precepto por la
cuaresma, ni, por supuesto, hubo títere que escapara de pagar con puntualidad diezmos y primicias.
Ricardo Palma
La bellota. 109. La colmena. 110. El huevo. 111. La cuaresma. 112. Veinte machos con una hembra. 113. La devanadera. 114. El Rosario.
Estábamos, a más, en
cuaresma, época en que escasea la carne en Buenos Aires, porque la Iglesia, adoptando el precepto de Epicteto, sustine, abstine (sufre, abstente), ordena vigilia y abstinencia a los estómagos de los fieles, a causa de que la carne es pecaminosa, y, como dice el proverbio, busca a la carne.
Esteban Echeverría
En la cuaresma de 1795, los vecinos contrataron á un do- minico del convento de Lima para que se encargase de predi- car en Huacho el sermón de las Tres horas, al que dio origen en Lyna el jesuíta limeño Alonso Mesía y que, poco á poco, y por mandato pontificio, se ha generalizado en el orbe ca- tólico.
Y en este dicho cabildo paresçio en él Pedro Garçon vezino de la çiudad de Santiago e dixo que venía a dar rrelaçion a los dichos señores de çierto caso acaecido en la dicha ciudad e costa de Puerto Viejo, la qual en la manera siguiente: Dijo que el martes de la Semana Santa de Cuaresma de este año...