En las serranías del Mopán, cuando se aproximaba un temporal el río iba a crecer se escuchaban retumbos de disparos de cañón y el ladrido de un perro. En la caverna del Molde, cerca del arroyo Toxecal, se oía el bramar del jabalí, que parecía estar a pocos metros de distancia.
El origen de la palabra es incierto, aunque se cree que puede derivar del francés becguele o b'gueule, garganta abierta (quizás por las características de su ladrido), o del inglés antiguo, francés o gaélico beag, pequeño. Otros autores indican como origen el término francés beugler, bramar, rugir, o el alemán begele, regañar, reprender.
Ello motivó la introducción de diversos germanismos de una lengua que ocupaba una posición privilegiada de superestrato: heraldo, robar, ganar, guisa, guarecer, albergue, amagar, embajada, arenga, botar, bramar, buñuelo, esquila, estaca, falda, fango, grapa, manir, moho, rapar, ronda, rueca, truco, trucar, parra, ropa, ganso, jardín, aspa, guardia, espía, tapa, brotar, yelmo etcétera.
Los suecos adoraban a una vaca sagrada llamada Sibilja, y cuando eran atacados por sus enemigos ellos tenían a su vaca al frente de la formación de batalla. La magia de la vaca era tan poderosa que cuando comenzaba a bramar los enemigos luchaban entre ellos.
Si están tensas, emiten bufidos. Si una cebra detecta u oye la presencia de un predador, se pondrá a bramar fuertemente. Como en la mayoría de especies animales, las hembras llegan a la madurez sexual antes que los machos, y pueden tener su primer potro a la edad de tres años.
Druida de la garra: Hechicero de los vientos, tiene las habilidades fuego faérico, ciclón y forma de cuervo de la tormenta. Druida de la zarpa: Hechicero de la tierra, tiene las habilidades rejuvenecer, bramar y forma de oso.
Proviene del catalán albergínia (francés aubergine), del árabe bāranǧān, del persa moderno bādengān, del persa antiguo pātangān, del sánscrito vaṅgana. berilo: mineral (vaiduria: de Vidura, región del sur de la India) bramar (bhramaráh: bramar).
Ed. ACC, Madrid, 1996, 463 pp. 78. Como bramar de mares braman. Universidad Pontificia, México, 1996, 151 pp. 79. Como Dios manda.
Y cual peñon que elevase altanero En medio da las ondas borrascosas Al
bramar del huracán y noto fiero, Desprecia su furor y olas furiosas, Que fatigadas del horror primero Se retiran en calma temerosas; Tal es el que sabia educación dirige Las riendas de la patria invicto rige.
José Rizal
VI Hice una pausa. El tiempo se ha puesto malo. El mar a la furia del aire no cesa de
bramar. El temporal no deja que entren los vapores.
Rubén Darío
e gusta ver el cielo con negros nubarrones y oír los aquilones horrísonos
bramar, me gusta ver la noche sin luna y sin estrellas, y sólo las centellas la tierra iluminar.
José de Espronceda
Por todo el rancho s'iban haciendo los panes de granizo, que no había un campito onde parace uno. ¡A todo esto vuelve el huracán más duro que antes y dice a
bramar y a tumbar palos!
Tomás Carrasquilla