Y pues Newton de su potente mano a la tuya pasó no menos digna las riendas de los Orbes luminosos; tiende a tu admirador la diestra amiga; subir me da sobre tu carro alado, y la hueste de esferas infinita, que en raudo curso surcan golfos de oro, o equilibradas penden de sí mismas, veré contigo, y su dïurna vuelta, y su anuo giro, y de qué ley regidas, ora se buscan con amantes ansias, ora el consorcio apetecido esquivan.
currebat Harchinonae monet a quae dicebatur bruna, et duravit usque in anuo MCCIX No fue peculiar esta moneda solo de Barcelona sino también de las demás ciudades que labraban moneda con mucha liga.
Todo el contenido de este sitio web, incluyendo diccionarios, tesauros, textos, geografía y otros datos de referencia tiene únicamente fines informativos. Esta información no debe considerarse completa ni actualizada, y no está destinada a ser utilizada en lugar de una visita, consulta, asesoramiento de una persona jurídica, médica, o de cualquier otro profesional.