Allí seguía tendida, con la boca abierta, los párpados cerrados, las palmas de las manos extendidas, inmóvil, y blanca como una estatua de cera.
-Yo no sé si tendré u no tendré calentura -exclamó, clavándose las uñas en las palmas de las manos, el Áncora-, que lo que yo te digo es que esta noche necesito yo que tú me mandes el escapulario a mi misma casa, porque si no me lo mandas...
Y despacio, con rabia fría, le extendieron
las palmas sobre el brasero, avivado por llamitas cortas, en que se evaporaba la resina del pino.
Emilia Pardo Bazán
Cuando llegamos a uno de estos breves claros que deja la verdura, nos parece que había allí un hombre sentado sobre una piedra, los codos en las rodillas, las palmas en las sienes, y que, precisamente cuando íbamos a llegar, se ha levantado y se ha ido.
Vos sabéis los detalles de esta ceremonia: la bendición, la comunión bajo las dos especies, la unción de las palmas de las manos con el aceite de los catecúmenos y, finalmente, el santo sacrificio ofrecido al unísono con el obispo.
Y se estrecharon, y los labios buscaron las mejillas, estallando los besos, mientras las institutrices se preparaban a desahogar el odio, como los niños acababan de desahogar el amor. Entusiasmado, Ludwig batía
las palmas, al ofrecer Solange a Lisbeta su cucurucho de bombones, casi entero...
Emilia Pardo Bazán
– Si telegrafío «peligro» en una dirección de la línea, o en ambas, no tengo prueba alguna que aportar –siguió, secándose las palmas de las manos–.
- Allí, sí; allí... ¡Mira!, Fíjate bien. Por la Avenida de
las Palmas...Allí va el matrimonio más honorable de la ciudad. ¿No sabes de su fama?
Antonio Domínguez Hidalgo
Y estaba el pobre mancebo, velada la faz llorosa en las palmas de las manos, demandando al Dios que adora en aquel amargo trance una idea luminosa, una muerte oscura y rápida o un ángel que le socorra, cuando una mano discreta, con precaución misteriosa, dió en la puerta un golpecito, esperando que a él respondan.
Aquella misteriosa y no pedida declaración sincera y espontánea de un generoso amor, que por él vela y que con el de su ángel se compara, hizo en su corazón, con el recóndito y hondo poder de voluntad simpática, fermentar ese amor único y ciego que en la vida una vez nos avasalla; ese amor solitario, irresistible, voraz, que nace al parecer sin causa, que ahoga todo amor, todo recuerdo del corazón en cuyo centro arraiga: ese amor cuyo germen atesora toda alma ardiente para amar creada, y que brota violento, repentino al contacto magnético de otra alma, cuyo amor corresponde con el suyo, porque nace con ella apareada; y una a otra sus átomos fecundos se envían sin cesar como las palmas.
6=) INCISO VI = AREA DE INFLUENCIA: "LAS PALMAS" LIMITE NOROESTE: PARTE PARC.156, 186, 185, 189, ZONA RIO QUIA, CH.7, 16, 23, 32, 42, 52, 62, 72, 82, 93, PARC.191 DE CIRC.
Y aunque a su paso se levantan miles de comentarios, ora detractándolos, ora elogiándolos, ellos siguen imperturbables, como si nada, allí... por la Avenida de
las Palmas.
Antonio Domínguez Hidalgo