Don
Francisco de Toledo, a quien tildaban de nepotismo, porque las mejores brevas y los bocados más suculentos de esta tierra los repartía entre sus allegados y amigos, se mordió el belfo y tragó saliva.
Ricardo Palma
Como hemos dicho, el virrey D.
Francisco de Toledo gastó cinco años en recorrer el país, y regresó a Lima en 1575, precisamente cuando acababa el buhonero español de exhibirse como dueño de un tesoro.
Ricardo Palma
SUS BENEFICIOS Según una probanza dada en Lima ante el Virrey Don Francisco de Toledo, Quito, Cuenca y Loja tenían en sus términos muy ricas minas.
Pero antes de que veamos cómo cumplió el español su juramento, no nos parece fuera de propósito que echemos, lector, una mano de historia. = El Excmo. Sr. D.
Francisco de Toledo, hijo segundo del conde de Oropesa, comendador de Asebuche, mayordomo de S. M. D.
Ricardo Palma
Y se sacan destas comunes para rrepartir para el beneficio de las comunidades y sapci las sementeras y rropa, como auí uisto y se enformó desto el señor don Francisco de Toledo, bizorrey.
Ministro de justicia de Indios.- En cada pueblo de indios hay también su Cabildo, Alcaldes y Regidores, Alguacil Mayor y Menor y Escribano, todos indios, conforme a la orden que dio el Virrey Don Francisco de Toledo; y demás de esto hay un Gobernador de todos los pueblos indios del distrito, nombrado por los Virreyes.
Es uso antigo de los ydúlatras y ancí el señor don Francisco de Toledo mandó en sus ordenansas los que se huntaren sean castigados cinqüenta asotes.
En 1571, bajo el gobierno del virrey don
Francisco de Toledo, esto es, a los treinta años de muerto Pizarro, acordó el Cabildo de Lima colocar en su sala de sesiones el retrato del marqués y los de Gasca, Vaca de Castro, Núñez Vela, conde de Nieva y marqueses de Mondéjar y de Cañete.
Ricardo Palma
Y uista estas dichas hordenansas el señor don Francisco de Toledo, bizorrey destos rreynos, se enformó esta ley y hordenansas antiguas, sacando de ellas de las mejores.
He aquí el lance: Cuéntase que cuando el virrey don
Francisco de Toledo vino de España, trajo como capellán de su casa y su persona a un clérigo un tanto ensimismado, disputador y atrabiliario, al cual el arzobispo creyó oportuno encarcelar, seguir juicio y sentenciar a que regresase a la metrópoli.
Ricardo Palma
Érase un caballero muy caballero, llamado don
Francisco de Toledo, clavero en la orden de Alcántara, y por más señas virrey en estos reinos del Perú por su majestad don Felipe II.
Ricardo Palma
Francisco, que yo no os envié al Perú para matar reyes, sino para servir a reyes». D.
Francisco de Toledo, a quien la historia llama el Solón peruano, no sobrevivió mucho tiempo al desaire del monarca.
Ricardo Palma