Luego de algunos meses, el 25 de julio se eligió al Francisco Henríquez Carvajal como presidente interino por un término de 6 meses, quien a la sazón se encontraba en Santiago de Cuba, donde recibió un telegrama informándole que, frente a la crisis gubernamental, había sido designado a unanimidad por las cámaras, Presidente de la República, solicitándosele su inmediato regreso a la patria.