66 Quien todas las luces distinguió del gran cosmos, quien de las estrellas los ortos reveló y sus óbitos, cómo el flámeo brillo del arrebatador sol se oscurece, cómo se retiran en tiempos las estrellas ciertos, cómo a Trivia, furtivamente por las latmias rocas relegándola, 5 un dulce amor de su órbita la revoca aérea: el mismo a mí, aquel Conón, en el celeste umbral me vio: de la cabeza de Berenice la melena, fulgiendo con claror, a mí, a quien ella, a todos los dioses, sus flexibles brazos tendiendo, prometió, 10 en el tiempo en que el rey, por su nuevo himeneo acrecido, a devastar las fronteras asirias había ido, dulces portando las huellas de la nocturna riña, la que por unos virgíneos despojos había sostenido.
Concretamente propone que podría tratarse de crímenes consumados por el Destripador, y que el marino alemán, dada la movilidad que su actividad náutica le permitía, pudo encontrase en todos estos lugares al tiempo de los óbitos.
Respecto de este listado de muertes y la posibilidad de que Carl Feigenbaum fuera el causante de ellas, hay autores que destacan que si bien la constancia de la veracidad de esos violentos óbitos está dada sólo por crónicas de prensa, y no quedando al presente registros policiales o judiciales de los mismos, de todas maneras, el elenco puesto al descubierto deviene muy sugerente e inquietante.
No se sabe la fecha de la fundación de su freguesía o parroquia, existiendo registros parroquiales (bautismos, casamientos y óbitos) desde 1612, lo que indica que la parroquia fue construida en la segunda mitad del siglo XVI.